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Crítica - Ilya Gringolts se recrea con Sibelius (Orquesta Sinfónica de Galicia)

Vigo - A Coruña - 26/03/2019

Brett Dean, con su primicia para orquesta de cuerdas y sampler Carlo, en una referencia necesaria hacia Carlo Gesuado, Príncipe de Venosa, de turbia biografía, que en lo musical, abunda en los aspectos claramente manieristas. Gesualdo, será carnaza para la historia por el asesinato de su esposa María d´Avalos. La cúspide del cromatismo dentro del madrigal y una clara continuación de la escuela representada por Luzzasco Luzzaschi, y que toma cuerpo en esta obra, en la que los medios aportados por las recientes tecnologías, amplían el espectro sonoro hasta límites insospechados. Ya desde la entrada, con las piezas  Moro lasso, o Tu piangi, tomadas del Sexto libro de madrigales, nos aboca a situarnos en materia, en un permanente estremecimiento desde las entrañas participadas en la transfiguración de una mente desquiciada.  Gringolts a sus anchas con el Concierto para violín y orquesta, en Re m. Op. 10 de Sibelius.

El Allegro moderato rico en argumentos, nos trajo a un solista pletórico para mostrar argumentos en una cadencia portentosa, obra que parece dominar con sobrada seguridad. El Adagio di molto fue fiel de la balanza en un equilibrio de diálogo, confirmado por los aspectos rapsódicos, de un Allegro, ma non tanto, que reparte su quehaceres rítmicos entre polonesa y vals, para que el solista se reserve el protagonismo manifiesto durante toda la obra.

Año Shostakovich y esta vez con la Sinfonía nº 1, en Fa m. Op. 10, obra de juventud en la que se observan las directrices que las obras posteriores acrecentarán dentro de la abundancia de recursos elegidos y la amplitud en las exigencias de la propia orquesta. A la sombra, el asesoramiento de uno de los maestros de entonces, Glazunov, que le animará a perfilar detalles de lo escrito hasta entonces. Un cierto humorismo de tintes cargados, se avanza en el Allegretto inicial pero el grado mayor se alcanzará en el Finale, en alternancia permanente de situaciones crispadas, sorprendente en un compositor todavía joven.

Sinfonismo a la medida de esta formación, que en esta temporada ha hecho suyo: cuatro tiempos perfectamente encauzados en la psicología del ruso y las componendas ambientales que sabrá domeñar, estudiados contrastes como los resueltos entre clarinete y flauta, humorismo poco condescendiente, unas pizcas de histrionismo o un avispado regateo con la vis tragicómica. Sobre tales rieles, cabalgada la OSG hacia el muy atento aficionado cómplice.     

Ramón García Balado     

Ilya Gringolts. Orquesta Sinfónica de Galicia / Clemens Schuldt.
Obras de Brett Dean, J. Sibelius y D. Shostakovich.
Auditorio Abanca, Vigo. Palacio de la Ópera, A Coruña

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