Il trionfo del Tempo e del Disiganno es la uno de los primeros ejemplos de la larguísima y fructífera producción dramática de Georg Friedrich Haendel. Cuando desembarcó en Italia, el joven músico contaba ya con la experiencia en la ópera que le había proporcionado su trabajo como violinista, clavecinista y compositor en la Oper am Gänsemark de Hamburgo.
Con este bagaje, se adaptó sin problema no sólo al universo del drama en música italiano, sino también a la doble moral practicada por la nobleza eclesiástica tras la prohibición papal de cualquier representación escénica en Roma. Mientras que en los teatros la ópera estaba prohibida, en los palacios nobles y cardenalicios se disfrutaba sin disimulo de oratorios, obras formal y musicalmente iguales a una ópera pero que carecían de representación escénica. Obviamente los argumentos de los oratorios eran de carácter religioso y moralizante, pero su alto nivel de dinamismo dramático y el hecho de que los libretistas de ambos géneros fueran los mismos, diluía la frontera entre ópera y oratorio.
Junto a los cardenales Ottoboni y Colonna, Benedetto Pamphili fue uno de los grandes promotores del oratorio en sus salones y colaborador de Haendel en Il trionfo del Tempo e del Disdiganno como libretista. Il trionfo es un oratorio en dos actos con cuatro personajes alegóricos, La Bellezza (soprano), Il Piacere (mezzosoprano), Il Disiganno(contralto) y Il Tempo (tenor). La Bellezza es una mujer que disfruta de la mundanidad y la juventud en connivencia con Il Piacere hasta que, asaetada por Il Disiganno se arrepiente del pecado antes de ser vencida por Il Tempo.
La música de Haendel sigue los patrones de la ópera italiana contemporánea, pero va afianzando un lenguaje y estilo propios visibles en arias muy acabadas que luego reutilizará posteriormente. Instrumentó el oratorio para un grupo de cuerdas con dos violines solistas y la participación de oboes y flautas.
Ya desde el primer minuto el violinista y fundador de Europa Galante, Fabio Biondi, imprimió carácter. En su puesto de violín solista llevó uno tempi de vértigo desde la sinfonía de apertura hasta casi el final. Dio un respiro en los momentos más reflexivos del comienzo del segundo acto y en la bellísima aria final de La Bellezza, Tu del ciel ministro eletto.
Biondi ha sido un virtuoso del violín en el que la velocidad ha sido la baza principal a exponer, descuidando aspectos como la limpieza en la ejecución de las notas y la afinación. La velocidad extrema causó descuadres en varias ocasiones con Andrea Rognoni (violín solista II), que mantuvo el tipo con un nivel de excelencia alto. Los desajustes de tempo que causaba Biondi afectaron también a sus diálogos con los vientos y con las voces solistas, especialmente en los pasajes de agilidades. Un magnífico grupo de continuo capitaneado por Paola Poncet con órgano positivo y el clave devolvió la cordura y estabilidad en los momentos de peligro.
El cuarteto de cantantes aunque heterogéneo en cuanto a las características vocales de cada uno, estuvo unido por cualidades comunes: la clara dicción del texto italiano -se agradecía con la escasez o ausencia de subtítulos especialmente en los recitativos- la expresividad, y la fluidez y continuidad en la presentación de la trama. Marie Lys (La Bellezza) sobresalió con un timbre bellísimo, homogéneo en todo el registro y elegantemente ágil en las coloraturas y adornos, tal y como demostró bravamente en Un pensiero nemico di pace.
Más pesante y menos precisa en la afinación estuvo Vivica Genaux (Il Piacere) debido a un vibrato poco controlado en ocasiones, lo que no le quitó momentos realmente gloriosos como la famosa aria Lascia la spina colgli la rosa. La alto Sonia Prina en el papel de Disiganno fuel la maestra de ceremonias de la trama interpelando en todo momento a La Bellezza y Il Piacere con una gestualidad casi expresionista y una cualidades técnicas vocales infalibles que le permitieron moverse con soltura en registro tan ingrato.
Francesco Marsiglia como Il Tempo estuvo un poco “a verlas venir” ante el trío de ases que formaban las cantantes. Más dependiente de la partitura y con una voz demasiado lírica, remontó en el segundo acto donde su papel toma más protagonismo.
En cualquier caso, los cuatro cantantes mantuvieron tal alto nivel dramático y expresivo que sedujeron y conmovieron al público que los aclamó y ovacionó largamente tras tres horas de oratorio. Como una perla barroca, la interpretación de Il trionfo del Tempo e del Disinganno que nos brindó Europa Galante tuvo sus imperfecciones. Imperfecciones que no restaron belleza al balance final de la fogosa y apasionada versión de Biondi. Las piedras del Palacio de Carlos V ardieron con il fuoco italiano.
Mercedes García Molina
Europa Galante
Marie Lys, soprano. Vivica Genaux, mezzosoprano. Sonia Prina, alto. Francesco Marsiglia, tenor
Fabio Biondi, director
Il trionfo del Tempo e del Disinganno de Georg Friedrich Haendel
Festival Internacional de Música y Danza. Palacio de Carlos V, Granada. 24-06-22
Foto © Fermín Rodríguez