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Crítica / “Grande”, en todos los sentidos - por Luis Suárez

Tarragona - 16/04/2024

Programa de exquisitez en cuanto a compositores, obras escogidas e interpretación. En temprano “Concierto para flauta (adaptación de la obra anterior dedicada al oboe) de Mozart, K. 314”, es un ejemplo de una pura delicatesen musical donde la coreana flautista, Jasmine Choi y el director Tomàs Grau encuentran suficientes sonoridades brillantes y coloridas que provocan un deleite para los audiófilos.

La orquesta es expresiva y vibrante, toca limpiamente y con suficiente delicadeza y deja a la flauta el espacio necesario. Como solista, Choi mantiene su tono bajo control, con una perfección técnica y un tono brillante, lo necesario para una obra expresiva y animada, combinada con una delicada interpretación del siempre genial Mozart, que hacen de esta una experiencia realmente atractiva y agradable. Las cadencias son asimismo sorprendentemente transparentes y elegantes, donde la excelente acústica de la sala ofrece un sonido excelente.

En la segunda parte se puso de manifiesto el óptimo estado de forma en el que se encuentra la orquesta, en una emotiva reaparición de Grau ante su público, tras un tiempo alejado de los escenarios por causas ajenas. Para ello se interpretó la “Sinfonía nº9 en do mayor, D.944”, denominada “La Grande” en cuanto tanto a su duración como por sus exigencias interpretativas. Esta obra no se representó en su totalidad hasta el 21 de marzo de 1839 en Leipzig, bajo la dirección de Mendelssohn.

Después de componer seis sinfonías completas entre 1813 y 1818 a la manera de Haydn y Mozart, Schubert completó sólo una más en la década restante de su breve vida. Esta fue La Gran Do mayor, escrita durante 1825-1826 (en lugar de 1828 como se suponía hasta hace poco) En 1818, los vieneses habían encasillado a Schubert como compositor vocal, y la etiqueta se mantuvo. Sus obras para teclado, cámara y orquesta apenas fueron conocidas a pesar de sus excelencias. El hermano mayor Ferdinand atesoró el manuscrito del número 9, que Robert Schumann finalmente descubrió en 1838, y se lo llevó a Leipzig para que su amigo Mendelssohn la estrenase al fin.

Un tema de trompeta suave pero acentuado en la lenta introducción presagia otros que vendrán en la exposición; regresa triunfalmente en una larga coda. El cuerpo principal del movimiento, marcado como "no demasiado rápido", es rítmicamente tan poderoso e implacable que un tempo de Allegro sin modificar habría corrido el riesgo de destruirlo (y a nosotros). Los ritmos punteados caracterizan el Andante en La menor, cuya calificación con moto evita que se arrastre o suene sentimentalmente triste. La posterior transición de Schubert a La mayor es impresionante, y su tranquila escritura para trompa mágica. Como comenzó el movimiento, termina en La menor.

Al estilo de Beethoven, las partes de la canción del Allegro vivace scherzo presentan una exposición-desarrollo-repetición en miniatura (después de todo, tal vez Schubert conocía la Novena del maestro mayor), llena de melodías de baile. Do mayor cede a La mayor en el trío, con su melodía más amplia para vientos, antes de que se repita la canción-sonata. El final Allegro vivace, nuevamente en Do mayor, comienza con un tema agitado en ritmo de triplete que lucha obstinadamente contra la resolución (es la trampa compositiva más grandiosa y famosa de toda la música). Schubert finalmente debe detenerse antes de poder introducir un nuevo tema sobre clarinetes y trompas. El desarrollo y la recapitulación siguen a una escala titánica, coronada por una coda en especie: ¡un movimiento, en total, poco menos de 1.200 compases!

La interpretación ha sido todo un ejercicio de pasión y entrega. Grau se toma en serio la idea de que "La Grande". Las texturas son ligeras y, en su lectura sus tempos son enérgicos y reflejan elecciones estándar puramente románticas, como corresponde. Cuando los timbales entran contra los trémolandi de cuerda y los trombones en el primer movimiento, el efecto es electrizante. Prominente en los graves, los timbales retumban, y la conversación entre las cuerdas y los metales y viento madera ofrecen un excelente resultado de fluidez y conexión. El resultado ha sido una actuación muy conmovedora. El público así lo entendiera y la ovación fue larga y generosa.

Luis Suárez

 

Jasmine Choi, flauta.

Franz Schubert Filharmonia.

Tomàs Grau, diretor.

Obras de Mozart y Schubert.

12/04/2024 - Auditori Josep Carreras, Vila-Seca, Tarragona.

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