Nacho de Paz, experto en estrenos de obras de Nono, Stockhausen, Lindberg o Xenakis, confiesa su admiración por este último, al que llegó por mediación de Arturo Tamayo, durante la grabación de su integral orquestal con la Filarmónica de Luxemburgo. La obra del griego, está rodeada de misterio y resulta la más beethoveniana del pasado siglo, por ser una obra de una fuerza interior muy poderosa, que trasciende incluso el propio título o idea que genera la obra. También resulta muy hermoso oír cómo se inspira en la naturaleza. A veces traslada a las obras un fenómeno natural desde su componente estructural. Concibe una música con una capacidad de comunicación y una energía como pocos compositores han logrado en el siglo XX. El contacto de Nacho de Paz, con Arturo Tamayo contribuyó a una aproximación global al mundo de la música, además de la aproximación a la figura de Stockhausen. Cada obra, un mundo cerrado en sí mismo y de compleja factura en cuanto a las exigencias de cada intérprete, cara a un director minucioso y profundamente conocedor.
Iannis Xenakis, tuvo en atriles Jalons, obra estrenada en el Théatre de la Ville parisino, en enero de 1987, conmemorando el X Aniversario del Ensemble Int.Pierre Boulez, un creador adscrito a la escuela de Olivier Messiaen , en donde se impregnará del espíritu de las vanguardias, mostrando preferencia por una indagación dentro del intuicionismo frente al formalismo imperante. Una música muy definida tímbricamente en la que mayoritariamente los instrumentos se encuentran al límite de sus posibilidades. No fue ajeno a las realizaciones sobre la utilización de la teoría cinética de los gases además de compartir los encuentros entre la propia música y la arquitectura, por su relación con Le Corbusier, en el proyecto del pabellón Philips, de la Exposición de Bruselas, de 1958. Una obsesión permanente, será la intención de virar la mentalidad creadora y auditiva, proponiendo la composición que denominara estocástica, en la que interviene el azar, como variante de la música aleatoria.
Alberto Posadas con 3 pinturas imaginarias, obra registrada por el Klangforum Wien, en 2018, y una dedicatoria a Armin Köhler. La obra de Posadas, sigue el ideario de otros trabajos suyos como Anamorfosis, inspirada en la pintura de Lucas Cranach, las Cuatro escenas negras, que remiten a Goya o La lumière du noir, de Pierre Soulages, resultado tres piezas claramente independientes en su planteamiento. En la primera, recurre a la técnica del sfumatto de Leonardo da Vinci, tras asistir a una exposición en le Pinakothek de Munich y descubrir el cuadro Madonna de la Creación, una aportación que le sugerirá la plástica de una superficie en la que predominan en preferencia capas muy delicadas y una sensación estimulante de irrealidad, que invita a un tratamiento con sonidos velados y volátiles. La segunda pieza se expresa en la vertiente del neoplasticismo de Mondrian, colores básicos, un contraste total con la precedente, por su absoluta delimitación que musicalmente, se reparte en dos bloques opuestos, la sección de viento madera y las cuerdas. La tercera pieza, parte del tachismo cercano a Wols, un trabajo espontáneo con un material musical abrupto de duros impactos sonoros.
Ramón Lazcano y Erlantz, que estrenó en 2015 el Ensemble Musikfabrick, dirigido por Peter Rundel, compositor formado con F.Escudero, y becado en Paris por la Diputación Foral de Navarra, para seguir con Alain Banquart y Gérard Grisey, recibiendo posteriormente una beca de la Fundación Sasakawa, en Montreal, con Gilles Templey. También en París, se especializó en dirección orquestal con Jean S. Bereau y Arturo Tamayo. Recibió el Premio en Composición Leonard Bernstein, en un jurado presidido por Luciano Berio, y del Premio Vila de Medicis, de Roma. Fue residente en Estrasburgo, junto a Luis de Pablo. Recibió la graduación de la École de Hautes Études de Sciences Socials
Hugo Gómez-Chao Porta, estrenó Agón, compositor que respondió la temporada pasada con el encargo de la Fundación SGAE/AEOS, Sol, quizás, nada. Sus estudios en Graz con Beat Furrer, fueron claves en su evolución artística, que contribuirán a la consolidación del Festival Resis. En su mente, obras figuras como las de Kaija Saariaho, Gérard Grisey, Luigi Nono, Pierre Boulez o Toshio Hosokawa. La idea del Festival Resis, es brindar a la ciudad una panorámica de la música actual. Gran Torso (1971), nos remite a Lachemann, en sus opciones de ver la música desde distintos puntos de vista, y de encontrar ciertas cualidades del sonido formando estimulantes formas de pensamiento.
Ramón García Balado
IV Festival Resis de Música Contemporánea. Vertixe Sonora Ensemble / Nacho de Paz.
Obras de I. Xenakis, Alberto Posadas, Ramón Lazcano, Hugo Góme-Chao Porta.
Teatro Colón, A Coruña.