El singular y preciado proyecto que constituye la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca volvió a su cita anual con nuestro Centro Nacional de Difusión Nacional en la Sala de Cámara del Auditorio, a través de este dos conciertos, uno previamente ofrecido en Salamanca, que sitúa justamente este proyecto enmarcado en unos diez años de colaboración con la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca, sus innumerables recuperaciones históricas y su abrumadora cantidad de músicos tanto nacionales como extranjeros que han pasado, y que pasarán, por sus filas.
Primeramente, debemos agradecer la ardua y continua labor de sus pioneros, de los actuales Pedro Gandía, Alfonso Sebastián, de todos sus colaboradores a lo largo de nada más y nada menos que estos treinta tres años -no olvidemos que la orquesta fue fundada en 1990- por unos entusiastas acérrimos que creo que no eran conscientes de los frutos que el esfuerzo continuado y el largo plazo iban a formar y a desarrollar en su apasionante labor pedagógica, editorial, e interpretativa a través de cursos, encuentros, seminarios, investigaciones, conciertos, grabaciones y decenas de tareas que seguramente olvido trasladar. Mantenerse durante estos últimos años a un nivel musical como el actual y rodearse de las más prestigiosas colaboraciones mundiales a nivel formativo y de concierto no está al alcance de casi nadie en este país en donde el sedentarismo programático y continuista son nuestras máximas habituales.
El concierto ofrecido para esta ocasión fue ideado por la magnífica violinista Rachel Podger, y lamentablemente un problema de salud le impidió realizarlo, por lo que agradecemos sobremanera el esfuerzo para sacar adelante el proyecto por el violinista Bojan Čičić, actual concertino de la Academy of Ancient Music, y concertino durante muchos años de conjuntos como la European Union Baroque Orquestra, Orchestra of the Age of Enlightenment o la Budapest Festival Orchestra.
Sea como fuere el diseño de la música ofreció formidables obras de repertorio y piezas menos conocidas, pero no por ello de menor calidad. Antes de comenzar la velada, Pedro Gandía narro las peculiaridades del programa y excusó la ausencia de rachel Podger. El Concerto grosso en re menor op. 3 de Francesco Geminiani abrió el recital a través de la mayor virtud demostrada ayer, la fantástica conjunción de los tuttis y el verdadero empuje que como conjunto posee la orquesta, a través de unas apasionadas lecturas de unos bellos fragmentos introductorios con un fraseo marcadamente trabajado, vislumbrándose la magnífica labor realizada por Pedro Gandía en la sección de violines segundos y violas, aderezada por la chispa y brillo que confería la presencia de Bojan Čičić en los violines primeros. El primer Allegro de la pieza fue quizás el más elocuente, a través de una marcada forma en el compás ternario que le confirió un carácter danzable, pleno de estilo y brillo juvenil.
La pieza central, para el lucimiento de una ausente Podger, fue el Concierto para violín en mi mayor BWV 1042 de Johann Sebastian Bach, que a lo mejor hubiera convenido reemplazar en esta ocasión, dada su complejidad de la parte solista y en donde la violinista británica hubiera sido seguramente un magnífico referente de esta pieza de repertorio.
La obra que cerró la primera parte, la Sinfonía en sol menor de Johann Adolf Hasse nos ofreció algunos de los mejores momentos de calidad musical del concierto, a través de un sólido trabajo conjunto grupal de esta pieza tan bella como desconocida, de la que podemos destacar sus preciosas melodías encuadradas en el denominado estilo galante que tantas alegrías y sorpresas nos han deparado a los oyentes del presente ciclo, y que fuera tan importante en la España de finales del siglo dieciocho. El en el Andante sempre el bajo continuo ofreció una cuidada visión del fraseo y unísono precisos para conformar la sólida base del movimiento.
Ya en la segunda parte, el vivaldiano Concierto para cuerdas en do menor RV 120 nos volvió a demostrar el arduo trabajo de preparación de los ensayos en su movimientos imitativos y fugados, como en el Allegro final en el que brillaron asimismo las intervenciones de cada una de las secciones, en una minuciosa labor de la búsqueda de la equidad entre el fraseo, la forma y la articulación.
La pieza que cerró el concierto, la Ouverture en sol menor, atribuida primeramente a Johhan Sebastian Bach, pero seguramente obra de su hijo Wilhelm Friedermann Bach, la obra tardía de este retoño de Bach que entronca directamente con lo escuchado anteriormente de su coetáneo Hasse mediante un uso más avanzado y estilizado de la melodía, tomando elementos de una Suite-Obertura que se van adaptando a los nuevos gustos, como la compleja Aria o el Menuetto alternativo con su correspondiente Trio, encargado a unos brillantes solistas Bojan Čičić, Pedro Gandía y Catherine Jones en los violines primero, segundo y violonchelo.
Es conveniente destacar y no olvidar la labor a lo largo de todo el concierto del continuista Alfonso Sebastián en el clave y en el órgano, manteniendo una segura, sólida y fundamental labor en el bajo continuo que permitió que el resto de la sección orquestal se mantuviera en los adecuados parámetros de la conjunción y carácter.
Esperemos que la interesante, fructífera y estrecha colaboración entre el Centro Nacional de Difusión Musical con la Academia de Música Antigua de la Universidad de Salamanca continue muchos años más, deseosos ya en conocer el adelanto de la nueva temporada musical 2023/2024 del CNDM.
Simón Andueza
Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca, Bojan Čičić, violín y dirección.
Jone de la Fuente, Sarai Pintado, Olga Castiblanque, Julia Hernández y Lidia Fernández, violines I, Pedro Gandía Martín, Lidia Sierra, Jesús Ramos, Pablo Alonso y Ángela Luis, violines II, Iván Braña, Javier Albarracín, María García-Bernalt y Helena Reguera, violas, Catherine Jones y Manuel de Moya, violonchelos, Amaia Blanco, contrabajo, Alfonso Sebastián, clave.
Ciclo ‘Universo Barroco’ del CNDM.
Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid. 24 de mayo de 2023, 19:30 h.
Foto © Elvira Megías