Todo un festín Bach en cuatro intensas estaciones instrumentales, el ofrecido sin descanso -compensación oportuna por un relativo retraso inicial- en un Auditorio Nacional de Música ya en horas nocturnas. Cuatro eminentes composiciones del de Eisenach que tuvieron en Le Concert des Nations dirigido por Jordi Savall, con los excelentes solistas, en orden de aparición: Marc Hantaï -traverso-, Pierre Hantaï -clave- y los violinistas Jakob Lehmann y David Plantier, todo un plantel de solvencia y brillo, distinguidos y primorosos.
Qué decir de este elenco que no se haya escrito ya, más aún ante tamaño despliegue solista, en especial en las tres primeras entregas bachianas de hoy. Todo un alarde instrumental que comenzara con la popular -Obertura- Suite nº 2 en si menor con su flauta -traverso- en las manos de Marc Hantaï. Un alarde donde el equilibrio dinámico cobrara especial importancia, adaptado, en la medida de lo posible, a una sala de la envergadura de la sinfónica del Auditorio. Un alarde que se continuara -no va más-, con un fascinante Concierto para clave en re menor que luciera a Pierre Hantaï en un prodigioso rol solista -al margen de su crucial desempeño en el resto de composiciones…-. Virtuosismo que quizás, insistiendo en estas dimensiones, acústicas y escalas multitudinarias, no sé si fue por igual percibido en todas las partes de este Auditorio y magna sala -magnífica, sí, pero… en otras lides sinfónicas, como reza su epíteto…-.
Sin descanso como dije, el imperecedero Concierto para dos violines y cuerdas, por cierto, repitiendo de esta guisa tono previo -re menor-. Toda una delicia, servida con pulcritud por los citados Jakob Lehmann y David Plantier. Diversa sonoridad, dinámica y tímbrica, adaptada a roles, visto así, jerárquicos, que trasladó esta visión estratificada a la fatal controversia y enredo entre iguales.
Para terminar el programa previsto, un conjunto algo acrecentado con una dispuesta sección de viento, traduciría la, más corpulenta instrumentalmente, -Obertura- Suite nº 1 en do mayor. Cambio de modo y… mayor… dinamismo y cuerpo en una obra donde el lucimiento quedaba más en manos del desempeño conjunto que en los alardes solistas a los que ya este programa nos tenía, a estas alturas de la noche, más que acostumbrados.
Merecida y continuada ovación, pese las horas alcanzadas, que recibiera la recompensa y estímulo de sendas propinas, celebradas por igual. Propinas que, quizás acertadamente, se salieron de aquel asunto monográfico. Eso sí, un común denominador también, bourrées ambas: la resuelta y configurable “Bourrée D'Avignonez” para la coronación de Luis XIII, recopilada por Philidor l'Aîné -Philidor el Mayor-, y la Bourrée, también, de la Primera suite de la más popular Música acuática de Georg Friedrich Händel.
Luis Mazorra Incera
Le Concert des Nations / Jordi Savall. Solistas: Marc Hantaï -traverso-, Pierre Hantaï -clave-, y Jakob Lehmann y David Plantier -violines-.
Obras de Bach, Händel y anónima -“Bourrée D'Avignonez”-.
UAM. Auditorio Nacional de Música. Madrid.
Foto © David Ignaszewski / L'Auditori