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Crítica / Fabio Zanon, paladín de la guitarra iberoamericana - por José Antonio Cantón

Alicante - 12/03/2022

El tercer recital de los siete programados en el ciclo dedicado la presente temporada a la guitarra del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) en colaboración con el Máster de Interpretación de Guitarra Clásica de la Universidad de Alicante ha servido para ofrecer una muestra de música culta iberoamericana para este instrumento con la actuación de un verdadero paladín y defensor de aquellos autores e intérpretes que determinaron la expansión de la guitarra por el gran continente suramericano: el brasileño Fabio Zanon, cuyo CD titulado Americas recoge en sus veintidós títulos una buena muestra de piezas escogidas que tocó en esta ocasión.  

Para dar muestra de su especial dedicación a difundir tan amplio repertorio guitarrístico, ha presentado un programa dividió en dos partes; una primera en la que se ha recordado la figura de Andrés Segovia como impulsor de la creación musical española para este instrumento, y una segunda en la que se ha tenido en cuenta la figura del paraguayo Agustín Barrios como referente indiscutible para entender su trayectoria en distintos países de América latina.

Inició la actuación con Tres piezas líricas de Vicente Arregui que se encontraron en el archivo de Andrés Segovia el año 2001 junto a otras del mismo compositor. La primera de ellas, Confidencia, muestra una estructura tripartita con un trío muy contrastado que Zanon ejecutó con apreciable prestancia técnica para derivar con delicadeza su conclusión. Mantuvo cierto interés en el Intermedio para relazar el carácter popular que contiene Campesina, desarrollando una apreciable desenvoltura técnica.

Dos obras que Joaquín Turina dedicó a Segovia interpretó a continuación: Fandanguillo, Op. 36 y Hommage à Tarrega, Op. 69 (Garrotín - Soleares). Fueron orientadas en su ejecución como un elogio de la danza española con un manifiesto respeto al estilo en cada caso, evidenciando una clara superación de las grandes dificultades de pulsación y diapasón que tienen las dos que integran la segunda, que son verdaderos estudios de alta interpretación. Terminó la primera parte del recital con dos piezas de Federico Moreno Torroba, también dedicadas a Segovia y digitadas por éste: Nocturno, que tocó con un gran sentido evocador, y los tres primeros movimientos de su conocida Sonatina en La, destacando la sofisticación que empleó en la búsqueda de definidos efectos acústicos en su andante.

Con la intención de dar una visión de la manifestación de la guitarra en distintos países suramericanos, inició la segunda parte de su recital con dos composiciones del guitarrista más importante que ha dado Colombia, Gentil Montaña; la danza Nunca te olvido de su Suite Colombiana nº 3 y el muy alegre Porro de la segunda suite, que dejaban de manifiesto el depurado e intuitivo arte de este autor. El movimiento perpetuo que contiene la Danza de los Hounsies de Frantz Casséus trajo al escenario la puesta en música de la particular cultura vudú que se vive en Haití, con la que Fabio Zanon se sentía rítmicamente muy identificado. Venezuela estuvo presente con el bambuco tachirense, Virgilio, compuesto por el admirado Antonio Lauro, destacando la expresividad con la que tañó su trío. Haciendo valer la buena transcripción de Alirio Díaz y sin salir del precioso país caribeño, tocó con suma elegancia el vals-canción Así yo te soñé, escrito por el también venezolano Rafael Miguel López, en el que quedaba de manifiesto la versatilidad estilística de Zanon.

Después era Uruguay el país que aparecía en el programa con la figura de Eduardo Fabini con una adaptación que Eduardo Fernández hizo de su Triste 1, en el que quedó muy definido un logrado efecto de bajo continuo. De inmediato se hizo presente la música de Agustín Barrios con su conocida Danza paraguaya que al guitarrista brasileño sirvió para que quedara aún más de manifiesto su musicalidad de buena escuela. Siguió un emocionante canto del tango El día que me quieras de Carlos Gardel transmitiendo un suave aire porteño y completó el programa con una obra del paulista Marco Pereira, Bate-Coxa, donde alcanzó sustancial grado expresividad en su rítmica brasilera.

Para terminar el recital, ofreció un sentido recuerdo al gran Heitor Villa-Lobos en el día en que se cumplía el ciento treinta y cinco aniversario de su nacimiento, interpretando como bis su famoso Primer preludio, que Fabio Zanon hizo sonar con especial emoción. La cerrada ovación de un público entendido y atento confirmaba la calidad de este recital en selección, didáctica difusión e interpretación de su programa.

José Antonio Cantón

 

Fabio Zanon (guitarra)

Obras de V. Arregui, A. Barrios, F. Casséus, E. Fabini, C. Gardel, G. Montaña, A. Lauro, R. M. López, M. Pereira, Moreno Torroba,  J. Turina y H. Villa-Lobos.

Sala de cámara del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) / 5-III-2022

 

Foto © ADDA

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