Después de diez intensos días dedicados al sinfonismo de Beethoven, Mahler y Sibelius, Fabio Biondi y su Europa Galante desembarcaron en el Festival Internacional de Santander portando el estandarte de la música de Antonio Vivaldi y la interpretación historicista que con tanta gallardía y convicción han defendido desde hace treinta años.
De Vivaldi se han dicho muchas cosas, bien resumidas por Regino Mateo en sus notas al programa. Algunas, como el célebre chascarrillo atribuido a Stravinsky -“Vivaldi no escribió 500 conciertos; escribió 500 veces el mismo concierto”-, no son siempre justas ni veraces; otras, como las que anoche dijo Biondi con su violín y su gente, son verdades incontestables que justifican el lugar del privilegio en la historia de la música que le procuraron Las cuatro estaciones o el Gloria en re mayor.
De Biondi, también se ha escrito mucho y ya sabemos que algunas cosas son ciertas: no es un hombre culto, ni un iluminado, ni un violinista, ni un director; ni siquiera es un académico o un erudito; sencillamente, lo es todo a la vez; de él diríamos que es un auténtico hombre del Renacimiento si no fuera -permítasenos la broma fácil- porque centró sus esfuerzos e interés en el Barroco…
Y de Europa Galante y su concierto en el Festival Internacional de Santander, qué decir. Que tocaron el Concierto para cuerdas RV152, el Concierto para violín en re mayor RV222, la Sinfonía de La Senna festeggiante y el Concierto para violín, cuerdas y cémbalo en fa mayor RV182 y que lo hicieron con el despliegue de recursos técnicos, artísticos y musicológicos por los que se les tiene como uno de los grupos de referencia a nivel mundial.
Podríamos concluir que todo compositor debería contar con un campeón de su causa como Biondi y los suyos, pero también hay que señalar al menos dos cosas más. La primera, que contaron con la colaboración de la muy competente soprano Marie Lys, que abordó la endiablada escritura de las arias de Argippo (prestada de Pescetti), Orlando finto pazzo, Fida ninfa y Orlando con pasmosa facilidad gracias a un sólido apoyo diafragmático y un absoluto control de la respiración (si el programa de mano hubiera incluido el texto de las mismas, el disfrute, creo, hubiera sido aún mayor). La segunda, que resulta muy difícil sustraerse del amor y la convicción que Biondi y Europa Galante ponen en todo lo que tocan.
Por eso el público respondió con sinceros aplausos y recibió dos bienvenidas propinas: Un certo non so che de Argippo y el bis del andante del Concierto RV222 ‘A la signora Chiara’ y dedicado por Biondi a la recién fallecida Renata Scotto y a todas las mujeres.
Darío Fernández Ruiz
72º Festival Internacional de Santander
Europa Galante, Fabio Biondi, director
Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria
Foto © Pedro Puente