Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / F de Mendelssohn - por Juan Gómez Espinosa

Madrid - 30/05/2022

Los Mendelssohn fueron asquerosamente ricos. Por suerte, no se dedicaron a la superficialidad más mamarracha (al modo Kardashian) ni al latrocinio (al modo  Medina), sino a la cultura. Felix más que Fanny, pero no por diferencia de talento sino de género.

Mucho se ha escrito sobre la unión entre los hermanos, llena de amor, cariño y respeto. Teniendo en cuenta que él le prohibió publicar a ella, el respeto queda dudoso. Y el amor y el cariño, como recursos hagiográficos. Habrá quien piense (es un decir) que recuperar la obra de Fanny se debe a una conspiración feminista-bolivariana-castradora. No hay más que escuchar piezas como las interpretadas el sábado en el Auditorio para para quitarles la razón (es un decir) a las cabezas casposas. La Obertura en Do Mayor es una pieza construida con rigor y firmeza. El Oratorio del Cólera es, sin exageración, una auténtica maravilla. Condensar en menos de media hora sufrimiento, tragedia y esperanza y que nada falte ni sobre, que el ritmo íntegro resulte fluido pese a la variedad de técnicas empleadas, que la proximidad de un drama (la epidemia de cólera que asoló Berlín en1831) no empañe el discurso con desequilibrios emocionales, sólo es posible gracias a una mente extraordinaria: la de Fanny Mendelssohn. Una pena que esta obra haya criado polvo durante casi dos siglos. Lo cierto es que miles de creaciones han criado polvo durante milenios por el simple hecho de estar firmadas por mujeres.

Conciertos como éste resultan un acto de justicia. La Obertura y, en especial, el Oratorio son tan buenas obras que prácticamente se defienden solas. Y menos mal, porque la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, aunque muy correcta, pecó de un sonido demasiado áspero en los agudos y los fortes y poco empastado. Tampoco quedaron rematados los finales (amantes correctos dejan menos huella que amantes desfogadores, quien lo probó lo sabe). En cuanto a la velocidad, alguien o algo parecía tirar hacia atrás de cada músico, especialmente en las cuerdas graves. Sin embargo, ahí estaban los cuatro solistas, que mimaron cada breve fragmento encomendado (sobresalió especialmente el tenor, buceando en todo el barro anímico de su aria) y, por supuesto, el coro.

Sé que por lo general, al hablar de un coro, se atiende a las voces. En el caso del León de Oro se debe hablar de una sola voz, un solo instrumento que va más allá de la corrección y remueve estómagos. Fuerza en el lamento, dulzura en la esperanza, dulzura en el lamento y fuerza en la esperanza. Así. Un coro que se movió cómodo en cualquier tipo de textura. La segunda parte del concierto fue protagonizada por Felix; en su época, el amo del cortijo musical: no hubo monarca, político, empresario ni auditorio que no le abriese las puertas (algo así como Nacho Cano en Madrid pero con talento artístico).

Se sabe que el máximo enemigo de quien crea es... quien crea, de ahí que Felix se pasase media vida (breve) despreciando su Sinfonía de la Reforma. Aquellos que no somos Felix Mendelssohn y que, por lo tanto, podemos mantener cierta distancia, nos mostramos en desacuerdo con el creador. Con toda justicia. Esta obra no sólo sirve para gozarla desde el oído, sino que además está construida sin renunciar al riesgo formal. En este caso, la orquesta sí que brillo, tuvo empuje, cuidó el sonido (¡esa entrada del coral!) y disfrutó.

Tal vez en la primera parte no estuviese cómoda por dos razones: los nervios propios de abrir el concierto, en la Obertura, y, en el Oratorio, verse como acompañante de otros (ego que afecta a todas las orquestas y que se deberían hacer mirar). También, quizás, con Felix la orquesta se viese más a gusto por ser un compositor habitual en el repertorio. Así es la historia del patriarcado: una F recibe más atenciones si es de Felix que si es de Fanny.

Juan Gómez Espinosa

 

Genios sin género.

XLIX Ciclo de Grandes Autores e Intérpretes de la Música.

Universidad Autónoma de Madrid y Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música.

Proyecto musicológico: Begoña Lolo

Obras de: Fanny Mendelssohn (Obertura en Do Mayor, Oratorium nach Bildern der Bibel “Cantata del cólera”) y Felix Mendelssohn (Sinfonía n.o 5 en Re mayor, op. 107, La Reforma).

Intérpretes: Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Thomas Zehetmair, director), Coro El León de Oro (Marco A. García de Paz, director), María Eugenia Boix (soprano), Olga Syniakova (contralto), Pablo García-López (tenor) e Isaac Galán (barítono).

Fecha y lugar: 28 de mayo de 2022. Auditorio Nacional de Madrid. Sala Sinfónica.

 

Foto © Facebook Pablo García-López

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