Dentro del XV Ciclo de Conciertos de Cámara que en sus actividades culturales organiza el Museo Picasso Málaga en colaboración con la Orquesta Filarmónica de Málaga, ha actuado el dúo formado por el violonchelista alemán Leonard Elschenbroich y el pianista ucranio-británico Alexei Grynyuk, interpretando un programa en el que se ha podido disfrutar de la música de cámara más elocuente del repertorio romántico alemán fruto de la indiscutible personalidad creativa de dos gigantes de la composición como son Ludwig van Beethoven y su gran continuador, Johannes Brahms.
Nada más iniciarse la actuación, se pudo apreciar una relación de paridad discursiva entre los instrumentos con una misión particular en cada uno de ellos como fue una manifiesta prevalencia expresiva en el violonchelo y un destacado grado de eficacia en el piano.
En el primer movimiento de la Sonata en Fa, Op. 5 nº 1 de Beethoven, después del carácter cálido que dieron a la introducción, generaron una desenvuelta vitalidad en su desarrollo para volver a un marcado grado de emocionalidad en la recapitulación, catapultado por el pequeño pasaje presto y resolutivo de su final. Tal estado se mantuvo en el Allegro vivace destacando su diálogo de tintes imitativos que venían a exponer el alto grado efectista que se propuso el compositor en esta obra, para terminar su ejecución con brillantez y energía.
En un ejercicio de clara analogía al registro vocal de barítono, el violonchelista transmitió la adaptación que Daniil Shafran hizo de cada una de las Cuatro canciones serias, Op. 121 de Brahms con enorme recogimiento en la parte inicial de la primera y gran sentido comunicativo en su conclusión, que generaba en el oyente el deseo de conocer las palabras del Eclesiastés en el que está basada. Elschenbroich contrastó los sentimientos de ternura y resignación que quiere transmitir el compositor en el segundo lied. Contrapuso con distinción los dos temas que integran el tercero, dedicado a la muerte, y en el cuarto clarificó un estado de esperanza como el que contiene un anhelante texto paulino de Corintios I, del que deviene la inspiración brahmsiana.
Esta parte del concierto se convirtió en una muestra de lo que se ha dado en llamar “Lied d’arte” (Kunstlied), manifestándose una perfecta compenetración entre ambos intérpretes con una sugestiva imitación vocal del violonchelo.
La segunda parte del concierto estuvo ocupada por la Sonata nº 4 en Do, Op. 102 nº 1 de Beethoven y la Primera sonata en Mi menor, Op. 38 de Brahms. De un planteamiento audaz habría que calificar su ejecución, apreciándose cierta sequedad en la articulación de su concisa temática y desarrollos, dejando una sensación esquemática de su estructura, como si ambos intérpretes quisieran manifestar de modo prevalente un austero análisis estilizado, adjetivo que terminó imponiéndose.
En el primer caso un aire recitado prevaleció en su Adagio, singularizándose sobre el resto de la obra. En el segundo, fueron los tiempos extremos los que destacaron de manera resolutiva por su diversidad temática, respetando el melodismo que emplea Brahms y logrando ese equilibrio entre el sentimiento romántico propio del autor y ese otro cuidado esquematismo de la estructura de su música. Concluía así un concierto que quedará entre las citas más interesantes de la programación cultural del Museo Picasso Málaga en la presente temporada.
José Antonio Cantón
Dúo Leonard Elschenbroich (violonchelo) y Alexei Grynyuk (piano)
Obras de Beethoven y Brahms.
Auditorio del Museo Picasso Málaga / 15-III-2022
Foto: Leonard Elschenbroich (violonchelo) / © Felix Broede