Para el 2º Concierto del abono de Otoño, la OSCyL contó con la Directora francesa, n. 1988, Chloé van Soeterstède, alumna en el R. Northern College of Music (2015-17), que ya ha trabajado con todas las Orquestas de U.K. y en Paría, y hacía aquí su presentación. Concibe la orquesta como un gran coro de múltiples voces, de las que gusta obtener sonido limpio, uniforme y, sobre todo de calidad, que va construyendo con sus largos brazos "a la mano", muy ágil y dinámico, con gran cuidado en los enlaces, servido todo con natural continuidad musical. Se corre el riesgo de levísimas imprecisiones de conjunto, pero merece la pena.
Presentó un programa coherente en fondo y forma. Romántico sin excesos y unidad de idea: la frescura de la libertad en la vida en y la naturaleza, tan contraria a la que hoy se quiere vender. Se inició con un estreno en España: Concierto Obertura en Re M. (1873), de la sueca Elfrida Andrée (Visby 1841-Gotemburg 1929), pieza bien construida, con aromas a Mendelsshon, reivindicativa de los derechos sociales de la mujer; no en vano su lema fue: "el perfeccionamiento de la feminidad", que le llevó a ser la 1ª en obtener el Título de Órgano en su país y ejercerlo con brillantez, junto a su labor como Compositora y Directora. Destacan en la obra el adecuado uso de los metales y los contrastes entre las voces de las cuerdas, requiriendo gracia y aire cortesano en su interpretación, bien servidos.
El chelista Daniel Müller-Schott (Munich 1976) tornó por 4ª vez a este Auditorio y volvió a dar otra lección de sonido nacarado, amplio, de graves nobles y tersos y afinación exquisita, armas que le dotan de gusto musical y riqueza de matices. Su Mateo Goffriller 1727, abordó esta vez Variaciones sobre un tema rococó en La M., op. 33 (1876) de Chaikovski. El criterio de Chloé encajó a la perfección con esas virtudes y la OSCyL (plantilla reducida a 38 cuerdas, petición de la Directura en pró de nitidez de líneas en todo el programa), se prestó a ello con finura desde la introducción moderato quasi andante; lo rococó fue para el autor "bienestar sin preocupación", y así cantó el tema con ritmo de gavota el solista, mantenido en las 2 variaciones subsiguientes elegantemente ornamentadas; la III, canto popular ruso andante sostenuto en Do M., fraseado con primor como los cromatismos de la IV, la poesía de la VI o la trepidante VII final, habiéndose lucido flauta y clarinete en el transcurso de la partitura, homenaje al mundo de Haydn y Mozart. La versión tuvo unidad y alta calidad, reconocida por las ovaciones de la Sala al completo de aforo permitido ampliado. Tantas que Daniel no pudo por menos que regalar su fantástica visión de El cant dels ocells de Casals, antecedido y sucedido de su mano por pájaros, que le ganó otro torrente de reconocimientos.
Y llegó la Sinfonía en Fa M, nº 6, "Pastoral", op. 68 (1808) de Beethoven. Pocas veces se oirá tan ligera, tan amable, tan cristalina; expresión de sentimientos quizá así concebida por su autor, que la subtituló "Recuerdos de la vida campestre", resumiendo su programa. Punto más que el "non troppo" allegro inicial pero vital, articulado, dinámico y ligados con mimo los enlaces. Se vio y oyó "el arroyo" con cellos y fagotes exactos y maderas dúctiles, ruiseñor, codorniz y cuco, como los ocells, fueron delicia en flauta, oboe y clarinetes. El scherzo-Trío de romería y tormenta, ricos de efectos naturales, cada uno en su sitio: oboe!, clarinete, trompa, flautín, timbal clásico, cuerdas (nota a violines II), salvando el tempo impuesto sin dudas ni temor, para así mejorar la relación con el Allegretto final, puro gozo y reposo tras tanta actividad meteorológica. Versión original pero lógica y estudiada, que satisfizo al Auditorio supercomplacido, que agradeció a todos con repetidos aplausos.
José M. Morate Moyano
Daniel Müller-Schott
Sinfónica de Castilla y León / Chloé van Soeterstède
Obras: Elfrida Andrée, P. I. Chaikovski y L. v. Beethoven
Sala Sinfónica "Jesús López Cobos" del CCMD de Valladolid