Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Experimentada directora y programa poco convencional - por Juan F. Román Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria - 05/03/2024

La directora Karen Kamensek fue la encargada del primer programa de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en este 2024. La estadounidense es una directora experimentada con una amplia y prestigiosa trayectoria internacional, tanto sinfónica como operística, que frecuenta la música más actual, con numerosos estrenos en su haber y a la que gustan los programas poco habituales como el que nos ocupa.

La velada se inició con Itaipú de Philip Glass. Pieza de gran aliento, para coro mixto y gran orquesta inspirada en las sensaciones que le produjeron al autor la gran presa del mismo nombre construida sobre el río Paraná, en la frontera entre Brasil y Paraguay. Los textos recogen los mitos de la creación de los indios guaraníes locales, cantados en guaraní. Aunque se enmarca en el estilo minimalista propio de Glass, presenta una serie de rasgos distintivos que la convierten en una pieza muy particular dentro de su catálogo: carácter épico, amplias fuerzas sinfónico-corales, poco comunes en el norteamericano, un muy trabajado ensamblaje coro y orquesta, paleta tendente a las tonalidades oscuras, pero con numerosos efectos de color instrumental e inusitada profusión, para lo habitual en Glass, de progresiones armónicas, sencillas pero muy efectivas, eficazmente graduadas, lo que la convierten en una de sus obras más atractivas para aquellos que no somos seguidores de Glass. Kamensek nos dejó una lectura estimulante, de notable sentido narrativo y pulsación rítmica indesmayable, muy pulcra en la plasmación de las modulaciones armónicas y los sutiles cambios de color en la instrumentación, logrando mantener la atención del oyente a lo largo de sus 40 minutos.

Excelentes tanto el coro de la OFGC, en su extenuante desempeño que se extiende sin descanso a lo largo de toda la pieza, como la OFGC, destacando el ensamblaje entre la parte coral y sinfónica logrado por la batuta.

La velada concluyó con la Sinfonía nº 1 de William Walton, uno de los pilares del sinfonismo británico y pieza referencial de su autor, pese a su carácter en ocasiones farragoso y poco complaciente con el oyente. La directora norteamericana realizó una interpretación bien modulada, con ocasionales desajustes, especialmente en el intrincado primer movimiento, donde la claridad de las texturas se le fue en algún momento de las manos, para pasar a un enérgico scherzo, marcado por un implacable timbal y continuar con un andante con malinconia, diestramente delineado como necesario contraste a la violencia de los  movimientos anteriores, incluyendo destacadas intervenciones de las maderas, particularmente la flauta, diestramente ejecutadas por los solistas de la orquesta, para concluir con un finale Maestoso, donde los metales volvieron al primer plano que habían ocupado en los movimientos iniciales, culminando en un clima de exaltación un tanto redundante, certeramente plasmado por Karen Kamensek.

Juan Francisco Román Rodríguez

 

Coro y Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karen Kamensek.

Obras de Glass y Walton. 

Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

347
Anterior Crítica / La juventud brilla entre la leyenda viva - por Luis Suárez
Siguiente Crítica / ¡Volad, volad…! - por Luis Mazorra Incera