Fruto de la nueva y acertada política del Gerente de la OSCyL en su sede vallisoletana, que ofrece a la Orquesta posibilidad de ampliar formación técnica y musical con Profesores-solistas de las mejores formaciones europeas, surgió Tarde de Ensembles de la OSCyL, en que dos Ensembles de cuerda (cada uno de 19 miembros más clave), un Ensemble de Viento madera (14 miembros) y uno de Metales y Percusión (17 metales y 4 percusiones), montaron cada uno repertorio dirigido por miembros de la Mahler Chamber Orchestra (MCO): Matthew Truscott, inglés, concertino de la MCO, de la Orchestra of the Age of Enlightenmen y Profesor de Violín Barroco en la Royal Academy of Music de Londres; Guilhaume Santana, franco-chileno, Profesor de Fagot y Música de Cámara en la ESM de Saarbrücken y solista con la MCO e invitado habitual por la Filarmónicas de Berlín, Real del Concertgebouw y de Cámara de Europa; y Mark Hampson, inglés, trombón fundador de la MCO con Claudio Abbado en 1997 e importante docente por los 5 Continentes; se sumaron también 2 violines de la MCO, Rapoport y Graells.
Matthew Truscott, como concertino-Director de cada uno de los Ensembles de cuerda, abrió cada parte con resultados globales magníficos. Repertorio de la llamada Música Antigua y criterios historicistas, ajenos al trabajo habitual de de la OSCyL. Ganados por la implicación y saber mostrados por Truscott, se acoplaron a todas sus indicaciones , salvando las dificultades que plantean sus instrumentos y arcos "modernos" al cambio de afinación, a la ligereza de arco, a la articulación marcada, a escuchar al colega para sonar como un todo y, ¡oh!, al valor de los silencios expresivos, a unas agógica, dinámica y unidad en las agilidades exactas, con alto índice de concentración para lograr la unidad pedida, atendiendo las claras anacrusas del Director en cada ataque y a las variantes rítmicas y de carácter de cada pieza. El primer Ensemble comenzó con Mozart y su Adagio y Fuga en Do m., K 546, (1788) ésta, como transcripción propia de la de 2 pianos, K 426; y siguió con Händel y su Concerto grosso en Sol m., op. 6/6, HWV 324 (1739), creación del autor para las "Fiestas de Alejandro" de Londres, concertino de 2 violines y cello y ripieno ya con clave; 5 movimientos perfectos en relación y rítmo, con limpias agilidades afinadas y conjuntas. Con el otro Ensemble hizo, del Armonico Tributo nº 1 (1682) del organista y compositor franco-alemán Georg Muffat, la Sonata en Re M., IGM 11, que es una suite de danzas, separadas por Graves lentos y suaves, que alternan en sus 6 secciones, cuyos silencios tuvieron todo el valor de medida y expresión; y la Sinfonía en Sol M., Wq. 182/1, H 657 (1773), 3 movimientos, de Presto final claro en su dificultad y fuerza, contrastando con el galante Adagio en Mi M. anterior. Señalar al clave, atento y justo en su papel al servicio de todos, y al Director como tal. La Sala premió a todos generosa y repetidamente.
Guihaume Santana ocupó sus efectivos de Viento madera en la Suite en Sib M., op. 4 (1884) de Richard Strauss, obra juvenil de tradición alemana (su padre era trompista), homenaje a Mozart. Marcó con claridad para conseguir claridad y color en la polifonía, lirismo en la Romanza con buen canto en todas las cabeceras instrumentales y vibración en la movida Gavota (destacando la oboe); el Preludio tuvo apropiado carácter festivo, moderado en su 2ª sección y repeticiones, y cuidada y valiente Fuga final, donde todos lucieron sus cualidades instrumentales para vencer las grandes dificultades técnicasplanteadas. La recepción del público fue muy cálida, tanto para el Ensemble como para el trabajo, anterior y en el momento, de Santana.
Mark Hampson, muy bien como orientador y Director, presentó la Suite West Side Story de Bernstein, en excelente arreglo para Brass de Eric Vrees (Maine, USA, 1981). Con 4 trompas, 6 trompetas (piccolo y fliscorno incluídos), 3 trombones, 3 tubas (bombardino incluído) y 4 percusionistas, consigue que no se eche de menos la orquestación completa, gracias a su gran distribución de timbres y colores instrumentales, del ritmo en cada uno de los 7 temas y del espíritu trágico-festivo que supo dar el autor original a tan conocida obra. La versión fue estupenda, con mérito a los intépretes por acoplarse a ritmos y efectos no muy frecuentados en lo "clásico". Exigente trabajo para tubas, trombón y trompetas, secundados por trompas, sostenidos por percusiones hábiles, variadas, atentas y en tiempo, conformando un Brass Metal Percusión que Hampson exprimió hasta el último aliento y golpe. El Mambo-Cha cha pudo ser ejemplo de lo dicho, sin obviar el lirismo logrado en Something's Coming o en Somewhere. Ni qué decir tiene cómo reaccionó la Sala a final tan brillante, en una Tarde que aunó trabajo, didáctica y música bien hecha para satisfacción de todos.
José M. Morate Moyano
Ensembles de Cuerda de la OSCyL / Matthew Truscott
Ensemble de Viento madera de la OSCyL / Guilhaume Santana
Ensemble de Metales y Percusión de la OSCyL / Mark Hampson
Obras: W. A. Mozart, G. F. Händel, G. Muffat, R. Strauss y L. Bernstein-E. Crees
Sala de Cámara del CCMD de Valladolid
Foto: Cartel del concierto.