El estreno (encargo al alimón nada menos que del CNDM, el Palau de la Música Catalana, el Carnegie Hall, la Phillips Collection y el Kings Place) de Gabriela Ortiz, Mujer ángel, inició el concierto del Cuarteto Attacca en el ciclo CNDM Series 20/21.
Y lo hizo con su primer movimiento de título también sugerente (¿o subversivo?): Los que viven hacia el viento.
Un estimulante movimiento que captó de lleno ese pico de atención inicial, trabajado sobre la base de una constante sonoridad de armónicos.
Ingrediente principal que se unía al claro fraseo y puntuación sorpresiva (o non tanto, que ya hemos escuchado en más obras acciones similares, de cuerda curiosamente). Una puntuación coherente y encajada en este conjunto de altas frecuencias.
Mujer arena, en una suerte de función de tiempo lento, reflexivo (al menos en su arranque), donde sugerencias modales orientales estaban al orden del día con un final rotundo, triádico y en punta. Un movimiento que, así, se labró su propia creación de tensión.
La velocidad de la óptica trajo otra versión más entrelazada de texturas de cuarteto.
Títulos sugerentes para un cuarteto en toda regla, donde la aspiración demostrada en su título y subtítulos, quedaba al servicio de la forma, de la música en sí y para sí. Su final vibrante, con sentido stravinskiano, y pequeños incisos vocales, agresivos, y una vivacidad frenética a la que se entregaron los cuatro miembros del cuarteto, para una composición que, espero y deseo, tenga toda la vida y recorrido que se merece, tras este alumbramiento… y semejante apadrinaje (!).
El estreno (encargo del CNDM) Comfortably familiar, para quinteto de piano y cuerda de Juan José Colomer fue la siguiente etapa donde, a los cuatro miembros del cuarteto Attacca (Amy Schroeder, Domenic Salerni, Nathan Schram y Andrew Yee), se uniera Juan Carlos Fernández-Nieto al piano.
Otra perspectiva (más) tonal donde el carácter impreso por las cuerdas más graves, tras los arranques del piano trataban de crear un clima dramático, desde puntos de vista, más… asequibles.
La breve y entusiasta intervención oral, llena de expresividad de su joven músico a la viola, en un estimulante castellano, puso en contexto el concierto cuando éste iba a dar el salto a repertorio más cercano al grupo.
Del corazón del minimalismo, con Philip Glass su Tercer cuarteto de cuerda “Mishima”. Seis movimientos con su vuelta a casa final y una perspectiva musical que se entrelaza con las más tradicionales.
Más interesante el Entr’acte de Caroline Shaw con sonoridades y texturas de gran potencial cuartetistico y, expresividad tonal y no tonal. Un título que parece remitir al mundo surrealista y, en cierto modo, su música es consecuente con este aspecto contaminado por minimalismos y aspectos pop, por secciones. Su final de pizzicati en el violonchelo, si, en principio no se entendió demasiado, logró su objetivo a la postre, en la proximidad del silencio.
Los Three essays con que terminaba el programa, continuaban con obra de Shaw y tres títulos: Nimrod, Echo y Ruby. Mayor empleo de texturas características y glissandi de conjunto, como aquel que propicia, la intensa y efectiva cadencia final.
Una estética efectiva, energética por momentos que se nutre por igual de cierto minimalismo, modalidad y de un conocimiento técnico de las posibilidades de los instrumentos de cuerda en liza con amplio margen de sorpresa.
Una breve y estimulante propina de Paul Wiancko, presentada por su atril de viola de nuevo, cerró el concierto.
Luis Mazorra Incera
Cuarteto Attacca: Amy Schroeder, violín; Domenic Salerni, violín; Nathan Schram, viola; y Andrew Yee, violonchelo.
Juan Carlos Fernández-Nieto, piano.
Obras de Colomer, Glass, Ortiz y Shaw.
CNDN - Series 20/21. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.
Foto © Elvira Megías