Una ópera barroca requiere entusiasmo. Mucho. Tres horas largas de música ultraelaborada, decenas de arias que repiten concienzudamente cuatro versos, recitativos sometidos a pasiones extremas, tramas en las que no importa que muera media Troya, puesto que en el último momento se fuerza un final “feliz”. Si este producto artístico, además, se realiza en versión de concierto, sin aparato escénico, el entusiasmo debe ser mayor aún. Por suerte, al Radamisto de Haendel interpretado en el Auditorio Nacional, dentro de Universo Barroco del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), el martes lo poseyó el entusiasmo. Con éste, claro, hay que tener cuidado, porque un exceso conduce al desbocamiento. No nos engañemos: algo de descontrol se dio durante la primera parte del espectáculo.
Jaroussky, Lemieux y Wilder se lanzaron a la batalla con una intensidad que hizo peligrar limpieza, afinación, aliento y fluidez de líneas. Sin embargo, estos tres monstruos del canto poseen muchas horas de vuelo, técnica y talento, y consiguieron domar esos animales potentes que les salen del cuerpo. En el contratenor, la doma se hizo patente en la impresionante “Ombra cara di mia sposa”, y alcanzó el cielo con “Qual nave smarrita”. Wilder posee, además, una voz hermosa que podrías escuchar durante horas.
Lemieux no sólo es una virtuosa de la música, sino también puro arte dramático; no resulta justo decir que es expresiva; es “expresionista”, y despelleja toda la psicología de un personaje incluso amarrándose al atril (entran ganas de verla en un Berg).
Si alguien lo tenía difícil para controlar la energía era Anna Bonitatibus; entonar un aria tan endiablada como “Deh, fuggi un traditore” a los diez minutos de comenzar no está al alcance de muchos; la mezzo lo logró, y con nota, y mantuvo el nivel durante el resto de la obra. Renato Dolcini es pura elegancia, pero sin asepsia; también demostró un entusiasmo desplegado con toda consciencia. Alicia Amo no hizo nada erróneo, y demostró gracia sobre las tablas, pero todavía debe madurar profesionalmente para que voz y recursos se enriquezcan y abandone ciertos gestos propios de quien parece estar pasando la lección de canto en el aula; tampoco la ayudó anoche estar acompañada de gigantes.
Y para gigantismo artístico, el de Emoke Baráth; posiblemente, la mejor de la noche, desde el “Sommi Dei” que abre la ópera hasta el último número. La soprano, además de excelente actriz, se conoce bien, y por eso es capaz de controlar la enorme potencia de su voz; maneja su materia como quiere, y el entusiasmo se lo agradece. Pero, por encima de todo, si hay que hablar de entusiasmo, debemos hablar del corazón de esta velada: el grupo instrumental Il Pomo d´Oro se convirtió en escenario, tramoya, decorado y maquinaria de esta ópera sin escena.
La fusión con el director y clavecinista Francesco Corti fue absoluta, tanto que ni éste daba órdenes ni los demás lo observaban desde la trinchera; Corti inspiraba e Il Pomo espiraba, y viceversa. El disfrute de los instrumentistas quedó patente en la intensidad mantenida durante tres horas. Ninguno de sus componentes se ocultó en el colectivo ni sobró. Il Pomo d´Oro no sólo es una orquesta barroca; sus intereses trascienden un mundillo sobre el que sobrevuela siempre el olor de la naftalina. Estos músicos emplean su conocimiento también para volcarlo en proyectos pedagógicos. Seguramente por eso, por moverse por el “amplio mundo”, no se presentan sobre el escenario como sacerdotes rancios. Una energía de esta naturaleza se contagia, tanto a los colaboradores como al público. El del Auditorio agradeció el entusiasmo y se dejó llevar. El coro final, “Un di più felice”, hizo honor a sus versos y creó toda una celebración barroca.
Juan Gómez Espinosa
Radamisto (G. F. Haendel)
Universo Barroco, Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM)
Intérpretes: Il Pomo D’oro
Francesco Corti, Clave y Dirección
Philippe Jaroussky, Contratenor (Radamisto), Marie-Nicole Lemieux, Contralto (Zenobia), Emoke Baráth, Soprano (Polissena), Zachary Wilder, Tenor (Tiridate), Renato Dolcini, Barítono-Bajo (Farasmane), Anna Bonitatibus, Mezzosoprano (Tigrane), Alicia Amo, Soprano (Fraarte)
Fecha y lugar: martes, 12 de octubre de 2021, Auditorio Nacional de Madrid
Foto © Elvira Megías / CNDM