Generosidad por sus múltiples estrenos, cuatro nada menos, brillante ejecución por un elenco instrumental formado por verdaderos solistas acreditados en sus instrumentos respectivos y una ajustada concepción estética en comparación a décadas no tan lejanas, acorde con los tiempos que corren en todo tipo de ámbitos, en el concierto, ya tradicional, alentado por la Casa de Velázquez de Madrid e inscrito en el ciclo correspondiente del CNDM -y antes del extinto CDMC-. A saber en esta ocasión, de Giovanni Bertelli: Autoritratto, in quattro passaggi, de Raquel García-Tomás: Añil -de Reminiscencias mediterráneas- y de Carlos de Castellarnau: Pendulum. Junto a ellas, esta terna de obras núcleo del programa, el estreno, también, aunque en este caso como encargo de la propia institución organizadora, el CNDM citado, al último responsable del histórico CDMC absorbido por este centro: Los viajes del agua de Jorge Fernández Guerra.
Todo un derroche de novedades propio de este evento, pues, eso sí, escoltadas en ambos flancos -principio y final de concierto- por sendas obras en línea con los “clásicos” franceses de la, cada vez peor llamada, “música contemporánea” -“clásicos contemporáneos”, un curioso enredo y paradoja al uso-. De arranque, Edgard Varèse con un, algo exacerbado dinámicamente para la espinosa acústica de esta recogida sala-Nouvel del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía: Octandre, y de Francis Poulenc, sus refrescantes y algo lacónicos, pese a su equívoco titular: Trois mouvements perpétuels.
Un concierto exigente técnicamente, asentado así en la solicitud, esmero y versadas maneras, atril por atril, de solistas seleccionados de entre las más importantes instituciones académicas y orquestas españolas -por citar sólo un curioso ejemplo, además de aquella que da nombre al Ensemble, de las cuatro principales orquestas sinfónicas nacionales y locales con sede en Madrid-, todos bajo el epígrafe de: Ensemble contemporáneo “Orquestra de Cadaqués”. La dirección del conjunto en unas primicias musicales donde siempre la disposición y trabajo individual y de conjunto quedan aún más patentes, asumida esta tarde por Nuno Coelho, abundó en aquella claridad, naturalidad y equilibrio precisos en su gesto director.
Lo dicho, todo un vergel de novedades de talante contenido en su contemporaneidad, apoyados por una institución francesa, La Casa de Velázquez, arraigada ya en la Ciudad Universitaria madrileña que hace “gala”, año tras año, curso tras curso, de su particular esfuerzo por renovar y acrecentar un original legado musical que a la postre nos va a definir, y quién sabe si redimir, en el futuro.
Luis Mazorra Incera
Ensemble Orquestra de Cadaqués: Carlota Amargós, violín; Ana María Alonso, viola; Ángel García, violonchelo; Luis Otero, contrabajo; Álvaro Octavio, flauta; José Manuel González, oboe; Ona Cardona, clarinete; David Tomás, fagot; Manuel Fernández, trompa; Luis González, trompeta; Ximo Vicedo, trombón; Juan Carlos Garvayo, piano. Nuno Coelho, director. (Con el apoyo del INAEM, la Generalitat de Catalunya y el Institut Ramón Llull).
Obras de Bertelli, Castellarnau, Fernández Guerra, García-Tomás, Poulenc y Varèse.
CNDM. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.
Foto © Sonia Balcells