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Crítica / Entre bulerías, soleás y alegrías - por Luis Mazorra

Madrid - 03/12/2021

Un concierto trenzado en una estimulante primera parte, con finos arreglos para cuerda de Mauricio Sotelo de Sonatas de Domenico Scarlatti (del "allegro" al "allegrissimo", con final melancólico) trufados entre bulerías, soleás y alegrías, con los célebres Preludios de Chopin, en arreglo también, ya en segunda parte, y con el remate de un estreno en España del propio Sotelo, tuvo lugar en el ciclo Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical.

Un programa protagonizado sobre las tablas del Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, por la orquesta de cámara Musica Vitae, cuyos miembros se citan bajo estas líneas, bajo la dirección de Daniel Alfred Wachs, junto a los solistas: Benjamin Schmid al violín, la bailaora Fuensanta ‘La moneta’ y Agustín Diassera al pié de una percusión central y, por momentos, autónoma.

De principio, una mezcla bien plantada de baile, percusión y cuerda, sentido flamenco, y el cuidado arreglo para cuerda de cinco Sonatas de Scarlatti, perfectamente versadas por una Musica Vitae de técnica, concertación y carácter destacados, dirigida con plasticidad y reflejos por Wachs.

Una primera parte basada, como bien dijo en su introducción Sotelo, en la historicidad de la relación de Scarlatti con España (Andalucía y Sevilla en particular).

Toda una manifestación de exhuberante energía y sutileza en este crisol cultural que, sin quitar méritos al resto de intérpretes, encumbró a una bailaora ciertamente excepcional: Fuensanta ‘La moneta’.

La segunda parte presentó dos arreglos de afamados Preludios de Chopin, aquel de discurso armónico genial en mi menor y, el más agitado y "mendelssohniano", en fa sostenido menor. Ambos con violín solista en las manos de Schmid y la citada orquesta de cuerda.

La última escala de este viaje fue el estreno en España de Red Inner Light Sculpture (mas o menos, Escultura de luz interior roja) de Mauricio Sotelo, con todos los anteriores, los excelentes percusión, bailaora y aquel versátil virtuoso al violín ya en un papel ciertamente exigente.

Con sus respectivas cadencias: La primera de baile y percusión recibió un plus adicional de ovación espontánea sobre la marcha. En la segunda de ellas, ya próxima al final, se unió el baile de ‘La moneta’ al violinista en un mágico reto en trío con la percusión. Dominio técnico de sus artes respectivos y, sobre todo, de improvisación, por encima de todo elogio que se pueda aquí reflejar.

Un brillante diálogo de tres artistas excepcionales, extendido al regalo pop de propina: Fuensanta ‘La moneta’, Benjamin Schmid y Agustín Diassera.

Luis Mazorra Incera

 

Fuensanta ‘La moneta’, bailaora; Benjamin Schmid, violín; y Agustín Diassera, percusión. Orquesta de Cámara Musica Vitae: Dorota Siuda, Victoria Stjerna, Vladimir Iourtchik y Marco Mazzeo, violines primeros; Mårten Sundén, Erika Sävström Engman, Matthijs van Gestel y Henrik Gårsjö, violines segundos; Daniel Eklund, Pär Lindqvist, Anna Widlund y Marie Ring, violas; Andreas Tengberg y Josef Alin, violonchelos; y Joel Larsson, contrabajo. Daniel Alfred Wachs, director.

Obras de Chopin, Scarlatti (Domenico) y Sotelo.

CNDM-Series 20/21.

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.

Foto © Rafa Martín

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