EL ENSAYO: Miércoles con tu orquesta
Dentro de las actividades promovidas por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y su director Karel Mark Chichon, esta temporada se están desarrollando los denominados “Miércoles con tu orquesta” dirigidos a los abonados, a los que se propone la asistencia a uno de los ensayos de los miércoles por la tarde con Chichon. El público invitado se sitúa no en su lugar habitual en la platea o el anfiteatro del Auditorio Alfredo Kraus, sino en el escenario junto a los músicos de la orquesta, y tras el ensayo pueden dirigirse a Chichon con cualquier duda relativa a la actividad de la orquesta.
La sesión de este miércoles se inició con una primera lectura sin interrupción, junto a Krassimira Stoyanova y la orquesta, de las 4 últimas canciones de Richard Strauss, para luego ensayar canción por canción, realizando las modificaciones que el director creyera necesarias. Llama la atención la minuciosidad de Chichon en los ensayos, su insistencia en lograr un determinado color, la nitidez y escrupulosidad en la plasmación de las notas y especialmente el control del volumen, con indicaciones de tocar en piano que se repitieron frecuentemente hasta lograr su objetivo.
Se aprecia inmediatamente el buen ambiente en los ensayos, con un director siempre educadísimo en las maneras: lejos quedan ya los directores dictadores que se imponían por el terror. Chichon sabe hacerse entender y los músicos le responden con la máxima concentración, puliendo apreciablemente el sonido con cada nueva lectura.
Tras acabar el ensayo, Chichon se sometió a las preguntas de los abonados, respondiendo con precisión y de forma extensa a cada uno de los temas planteados. Aprovechó para recalcar el momento muy especial que vive la OFGC, debido al importante nivel alcanzado, apreciado y valorado por los directores invitados que nos visitan cada temporada y que tras un primer contacto con el conjunto grancanario desean volver. También quiso señalar que con los músicos de la OFGC no se pone límites, pues siempre están dispuestos a ir más allá, sin establecer un tope a lo que pueden lograr.
Otro aspecto abordado fue el importante proceso de renovación en el que está inmersa la plantilla tras la jubilación de un importante grupo de músicos, incluidos varios solistas principales que han contribuido durante décadas a dar forma al sonido de la orquesta. La existencia de nuevas generaciones de músicos españoles, seguramente los más preparados de nuestra historia, está haciendo posible esta renovación paulatina de forma satisfactoria, y permite afrontar el futuro con las mejores expectativas.
Por último, ante el tema del futuro titular, Chichon tiene contrato hasta la temporada 2026-2027 y ha expresado su deseo de no extenderlo más allá. Se está trabajando en ese sentido con los distintos directores invitados, recabando el parecer de los músicos sobre el desempeño de cada uno de ellos, con la idea de que para esa fecha esté decidido el nuevo titular de la agrupación.
EL CONCIERTO
El concierto, celebrado dos días más tarde, se inició con el estreno de la obra ganadora del Tercer Concurso para Compositoras Canarias de la Fundación OFGC: La danza oculta de Elisa Cancio. La obra, de unos 8 minutos, para gran orquesta con cuerda completa, maderas a tres, once metales, arpa y cuatro percusionistas, es en palabras de su autora “una especie de danza que juega con la indefinición métrica y armónica de manera fluida, generando una sensación de movimiento y cambio constante”. Se trata de una pieza tonal, orquestada con destreza, que incluye atractivas secciones cantadas por la cuerda, admirablemente expuesta por Chichon y la OFGC.
En las Cuatro últimas canciones de Richard Strauss Chichon llevó a efecto lo que habíamos apreciado durante el ensayo. Fue una lectura muy cuidada, que se recreó en las amplias líneas melódicas, sin poner en riesgo la capacidad respiratoria de la cantante. Muy escrupulosa con las dinámicas, frecuentemente en piano, la voz arropada por la sensual orquestación straussiana se pudo escuchar nítidamente. Krassimira Stoyanova, aunque no pareció encontrarse totalmente en forma, fiato no muy holgado, sonido con limitaciones para expandirse desahogadamente, especialmente en el agudo, y timbre un tanto hueco, ofreció una interpretación que fue a más, sobre todo en las dos últimas canciones. Elegante y bien calibrada, marcó certeramente tensiones y distensiones, con su agraciada voz de soprano lírica siempre bajo control.
El Don Quijote de Richard Strauss contó con la participación de dos solistas de la OFGC en las partes principales: el chelista Ivan Siso y la viola Adriana Ilieva. Su prestación sería motivo de orgullo para cualquier orquesta. Ambos exhibieron un sonido terso, cálido y con cuerpo en cualquier registro, caracterizando con acierto a sus emblemáticos personajes y la diversidad de situaciones en las que se ven envueltos, especialmente Siso en sus amplios solos, interpretados con ardor y un sonido de gran belleza, que no tuvo nada que envidiar a la excelente lectura que nos ofreció hace un par de temporadas el solista principal de la Filarmónica de Berlín, Bruno Delepelaire, junto a nuestra orquesta y Adriana Ilieva. El maestro Chichon, como ha mostrado repetidamente, se mueve cómodamente en territorios straussianos, obteniendo un sonido de gran riqueza tímbrica, con tutti bien aireados para permitir apreciar la diversidad de líneas instrumentales que contienen, y delicado en los copiosos pasajes camerísticos, donde los solistas de la Filarmónica de Gran Canaria, especialmente el concertino y trompa, no desaprovecharon las posibilidades de distinguirse que les brindaba Strauss. De su flexibilidad como acompañante y atención a los imponderables del vivo se beneficiaron los dos solistas, como ya había sucedido solistas con Stoyanova en las canciones.
Juan Francisco Román Rodríguez
Krassimira Stoyanova, soprano. Adriana Ilieva, viola. Iván Siso, cello.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.
Obras de Elisa Cancio y Richard Strauss.
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.