Las dos oraciones básicas del catecismo tradicional, Ave María y Padre nuestro, en versión, eso sí, de un neoclásico ortodoxo en tono escueto y continente, Igor Stravinsky, en orden inverso al anunciado, advertido por megafonía, fueron el sobrio arranque que brindara un contenido Coro Nacional de España dirigido por Josep Pons en concierto de temporada.
Un arranque de afinación exquisita, riqueza de matices, pianos y pianísimos, y ajustado fraseo, que se siguiera, ya con la incorporación de la orquesta, de las comprometidas Letanías a la Virgen Negra de Francis Poulenc. Comprometidas, precisamente, por la alternancia con la orquesta. Armonías ultramundanas y riesgo en la afinación, resuelto con atenta pulcritud y, consiguiente, brillantez. Esto sin mencionar la dicción, aquí en francés: chapeau!, por tanto.
Un comienzo de aspiración etérea y celestial, en dos facturas diferenciadas, que reclama en silencio, especialmente con estos textos y recogida disposición original, entorno y contexto diversos a éste en que nos encontrábamos. Y esto lo digo porque, pese a la recompensa que mereciera tal sutileza de recursos puestos sobre las tablas: contención dinámica en el registro agudo y afinación; la ovación se mantuvo, también, “contenida” en relación a otras ocasiones en esta misma posición. Cuestión que merecería una reflexión más dilatada, que aquí no corresponde.
Tras un generoso descanso, la segunda parte, sin tanta expectación de entrada, fue otra historia… Y es que Edipo, sea el rey, como es el caso, o el complejo, encaja mejor en estos templos. Brillantez, claridad en el decurso de la historia narrada, perfecta concertación, juego de luces adecuado, sobretítulos bilingües, narrador, Carlos Hipólito, y, claro, música. Aunque los rigores rítmicos y tonales de Stravinsky seguían presentes en su ópera-oratorio, hoy más lo segundo que lo primero, Œdipus Rex, se acoplaron a las sinergias de una ajustada orquestación, como en el espectacular Gloria intercalado o cualquiera de sus escenas concertadas por un notable elenco vocal.
Un programa, pues, nutritivo, resuelto por los coro y orquesta de la institución y unos solistas admirables de esta guisa: Edipo con un espléndido Nikolai Schukoff, y Yocasta, Stéphanie d’Oustrac junto con los Creonte y Mensajero, José Antonio López; Tiresias, Alexander Vinogradov; y, Pastor, Francisco Vas. Voces, todas ellas, con buena proyección en platea, donde nos encontrábamos, y momentos excepcionales técnicamente, especialmente en sus más destacados papeles protagonistas: Edipo y Yocasta.
Luis Mazorra Incera
Orquesta y Coro Nacionales de España / Josep Pons. Reparto: Nikolai Schukoff (Edipo), tenor; Stéphanie d’Oustrac (Yocasta), mezzosoprano; José Antonio López (Creonte y Mensajero), barítono; Alexander Vinogradov (Tiresias), bajo; Francisco Vas (Pastor), tenor; y Carlos Hipólito, narrador.
Obras de Poulenc y Stravinsky.
OCNE. Auditorio Nacional de Música. Madrid.