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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Elisabeth Leonskaja cumplimenta a la JONDE - por Ramón García Balado

Santiago de Compostela - 14/07/2022

La Joven Orquesta Nacional de España para esta oportunidad, a la que tuvimos dentro del III Encontro 2022. Un Mahler en especial para el director Pablo González, merecedor de galardones como los concursos Donatella Flinck Conducting Competition” (2000) y el de Cadaqués,  y que llegó a colaborar con Sir Colin Davis, y la London SO, un artista obsesivo con su trabajo que llegó a soportar situaciones de fatiga crónica.

En ello estamos con el sinfonismo de Gustav Mahler, compositor en sus preferencias y sobre el que investigó en profundidad, tras meditar sobre sus cualidades que merecen mayor atención: su espíritu siempre dubitativo, las obsesivas neurosis, la inseguridad que condicionó su carácter, auspiciando en definitiva una importante flexibilidad que redunda en su obra, desde el sinfonismo a los lieder. Quedan abiertos, para una mejor comprensión, bastantes alternativas de interpretación.

La Sinfonía nº 5, en Do sot. m., obra que ocupará un par de años, en concreto dos veranos entre 1901/02, sería resultado de una convicción de una renovación estética, un trabajo que le dejará la impresión de resultados rayanos en lo desquiciante, en un período de profundas inquietudes por su situación física. Para mejores perspectivas, pudo conocer a quien sería una persona transcendental en su vida, Alma Schindler, quien a su vez, no renunciaba a cuidar su amistad con Alexander von Zemlinsky.

El compositor no renunciaba a su vida activa como director en largas giras. Para cuando aborda la sinfonía, estaba en el dominio de las técnicas ansiadas, dejando escrito que no habrá en mi obra elementos románticos o místicos; será la expresión de un poder sin paralelo de la actividad de un hombre que ha alcanzado su clímax vital. Trata en lo primordial temas  recurrentes de la sensibilidad inmediata.

En las partes diferenciadas, la Trauermarch (In gemessem Schritt. Streng, Wie ein Kondukt (Con paso mesurado. Austero, Como una procesión), resulta quizás una confesión de la devoción beethoveniana, observable en el motivo de cuatro notas repetidas de la trompeta- idea del comienzo de la Quinta, beethoveniana.  El Stürmisch bewegt, mit grosster Vehemenz (Movido y tempestuoso, con mayor vehemencia), que sigue, resulta un desarrollo del anterior dentro de una técnica soberbia, remarcada por un luctuoso coral de metales.

El Scherzo (Kráfting, nich zu schnell)- Potente, no demasiado rápido-, se mostraba  como un semi-vals, con una trompeta como instrumento obligado, que anuncia un trío delicado tratado por pizzicatti de cuerdas, en un estilo vagamente arcaizante y rústico, con un punto de aire divertido y que encontraremos en otra sinfonía posterior, en forma de Rondó-Burleske y el celebérrimo Adagietto (Sher langsam)- muy lento-, con arpa y cuerdas, nos evocaba sin rubor al mundo de los Rückert Lieder.

El Rondó- Finale(Allegro-giocosi), un perfecto punto de inflexión definido por su contrapuntismo que sugiere la entrada del fagot, que recurre al lied Lob´des hohen Verstande, con un fugato de cuerdas, concluyendo una sucesión de intercambios antifonales.

Nuestra admirada Elisabeth Leonskaja, deudora de la escuela pianística rusa, desde los tiempos de juventud con su maestro Jacob Milstein, fue siempre legataria de un magisterio del que se han beneficiado a lo largo de cursos y masterclasses, de intérpretes de nuestro país.

Para ella, el Concierto nº 4, en Sol M. Op 58 de L.v. Beethoven, que destaca por su audacia del tejido armónico y el uso generoso de temas desarrollados cual si de una gran fantasía se tratase, sobresaliendo la forma de relación entre solista y orquesta, logrando una homogeneidad ostensible en su conjunto, detallismo a los que la solista elevaba a gran dimensión, más aún en una gala de confraternización como dama atenta a secundarles. El Allegro moderato, fue tratado con una libertad de discurso, dentro de una posible ortodoxia de forma sonata, remarca la sonoridad intimista con atisbos melancólicos, que confirma la intención del compositor.

El Andante con moto que para Boucourechliev, era momento culminante, por el diálogo entre solista y  orquesta, de una intensidad impresionante, como no había logrado hasta la  fecha, para una obra que renuncia a un clima épico, cerrando definitivamente el concepto de concierto dieciochesco, para dar paso con absoluta actitud, a una nueva relevancia de la parte solista, prodigio afirmado por la serie de sonatas para piano, que afectarán a las nuevas obras concertantes.

Unos patrones, que primaron en el concierto hacia el Rondo Vivace, que se beneficiaba por las sonoridades brillantes que reafirman la vuelta a la realidad imperante, tras la exposición del movimiento precedente, en un necesario distanciamiento de la melancolía que se encuentra en muchas obras.

Ramón García  Balado

 

Elisabeth Leonskaja

Joven Orquesta Nacional de España / Pablo González

Obras de Beethoven y Gustav Mahler

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 

Foto © Joven Orquesta Nacional de España - JONDE

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