Con todas las localidades agotadas y auténtica expectación se produjo la interpretación en versión de concierto de la Zarzuela Luisa Fernanda de Federico Moreno Torroba, dentro de la temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, que también se podrá escuchar en un concierto extraordianrio este miércoles 25 de octubre en el Teatro Real de Madrid, por los mismos intérpretes.
El principal punto de atención era el debut en el rol titular de Elina Garanca, su primera interpretación completa de una zarzuela, género por el que la mezzo letona ha mostrado su entusiasmo desde hace años. Lamentablemente el rol de Luisa Fernanda, a pesar de dar nombre a la obra, no posee ningún número que propicie el lucimiento de su interprete, como si tienen Vidal, La duquesa Carolina o Javier Moreno, barítono, soprano y tenor respectivamente, a lo que hay que añadir una escritura vocal poco agradecida, con amplio uso del registro grave y puntuales y peligrosas ascensiones al agudo, lo que convierte a Luisa Fernanda en un rol escasamente agradecido.
Hubo que esperar al dúo final con Javier: Cállate corazón, para que la mezzo letona pudiera exhibir sus muchas virtudes, especialmente su cremoso registro central y un legato impecable, con reguladores y medias voces de gran belleza. Además su dicción española, especialmente en los escasos pasajes hablados, fue nítida y precisa. Junto a ella, el barítono Luis Cansino, que sustituía al enfermo José Antonio López, fue un Vidal autoritario y extrovertido, conocedor del estilo, de sonido rotundo que logró contener en momentos como el reflexivo Si por el rido, aunque siempre aquejado de un notorio engolamiento. Ismael Jordi nos dejó un elegante Javier, refinado y apasionado en el fraseo, haciendo amplio uso de las mesa di voce que culminaban en impecables pianísimos. Su tipología de lírico-ligero, con el volumen más bien limitado que conlleva, redujo algo el impacto en un Auditorio Alfredo Kraus siempre complicado con las voces.
Algo similar sucedió con la Duquesa Carolina de María José Moreno, soprano-lirico ligera que dotó de distinción y musicalidad a su noble personaje, cuyo timbre empastó admirablemente con Ismael Jordi en el célebre Duo de la flor, aunque en los números de conjunto resultara algo escasa en el registro central. Intachables los secundarios encabezados por el tenor Quintin Bueno en esa pequeña joya que es la Habanera Marchaba a ser soldado y la mezzo Milagros Martín en una autoritaria Doña Mariana.
El coro de la Filarmónica de Gran Canaria, preparado por Luis García, se desenvolvió cómodamente en sus afamados números, Mazurca de las sombrillas, y la Filarmónica de Gran Canaria de Gran Canaria, aportó un nivel de excelencia instrumental que lamentablemente no es habitual en las funciones de zarzuela, de la mano de su titular Karel Mark Chichon, reconocido admirador de la zarzuela, que dirigió con brío, desparpajo y cantabilidad los numerosos temas que forman parte del inconsciente colectivo de muchas generaciones. En algunos momentos se echó en falta un mayor equilibrio entre cantantes y orquesta, especialmente con los cantantes que tenían un volumen más limitado, situación que mejoró a medida que avanzaba la velada, por lo que es de esperar que en la función a ofrecer en el Teatro Real el miércoles 25 marche todo sin contratiempos.
Juan Francisco Román Rodríguez
Elina Garanca, Luis Cansino, María José Moreno, Ismael Jordi, Milagros Martín, Rocío Faust, Rajiv Cerezo, Quintín Bueno, Fernando Campero, David Barrera, Gabriel Álvarez. Coro OFGC. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon.
Luisa Fernanda de Federico Moreno Torroba
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.