Maratoniano concierto el que ofreció el pasado 13 de febrero el pianista Josep Colom dentro del ciclo Palau Piano: en él pudieron escucharse nada menos que las tres últimas sonatas de Beethoven, además de las Seis bagatelas, op. 126 del mismo maestro y Stella, de Josep Maria Guix, el compositor invitado del Palau de la Música Catalana de esta temporada.
El catalán es un pianista de toque sutil, que no entiende de divismos ni histrionismos en el teclado, sino solo de hacer que la música fluya de manera natural y expresiva. El nivel de sus lecturas fue extraordinario, sobre todo en aquellos pasajes más contenidos, en los que todo se mueve a media voz: la fuga del tercer movimiento de la Sonata n. 31, op. 110 y la Arietta de la Sonata n. 32, op. 111 sonaron con una claridad diáfana, con momentos en los que parecía imposible tocar de manera más incorpórea, etérea. En cuanto a las Bagatelas, fueron interpretadas en grupos de dos precediendo a cada sonata y sin solución de continuidad, de modo que mostraban una comunión perfecta, como si se tratara, como Colom señaló antes del concierto, “de ideas sobrantes de las sonatas”. El impresionismo de la página de Guix, basada en la cantiga Santa Maria Strela do dia de Alfonso X el Sabio, completó un recital soberbio.
Juan Carlos Moreno
Josep Colom, piano.
Obras de Guix y Beethoven.
Palau de la Música Catalana, Barcelona.