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Crítica / El señor de los anillos: Las dos torres - por Genma Sánchez Mugarra

Bilbao - 05/11/2024

Aragorn, convertido en uno de los personajes principales de la segunda parte de la trilogía de El señor de los anillos de Tolkien/Jackson, acepta su destino dirigiendo lo que queda de la comitiva para hacer frente a Saruman hasta conseguir la victoria en la Batalla del Abismo de Helm.

Música y literatura perfectamente unidas a favor de la épica que describen los libros. La banda sonora fue estrenada en 2002, escrita y dirigida por Howard Shore (compositor y saxofonista canadiense que se ha asociado al director asiduamente y a otros como David Cronemberg, La mosca) con la Orquesta Sinfónica de Londres. Comenzó a crearla antes de que se empezase a rodar ninguna película basándose en los textos de Tolkien: palabras de lo escrito pasaron  a formar parte de las canciones para fusionarse con las imágenes. La escritura se convirtió en melodía. El compositor vive en un bosque lo que le unió aún más al espíritu del escritor en la representación musical de la defensa de la naturaleza, uno de los principales temas de las películas. El director, Peter Jackson, acompañó en todo el proceso al músico, haciéndole sugerencias para que la partitura encajase mejor.

Esta segunda parte de la obra sigue utilizando la técnica del leitmotiv: motivo o tema musical unido a un personaje, situación o lugar que se repite cuando vuelve el mismo asunto. Varias veces aparece en Las dos torres La canción de la Comarca.

Interpretación impecable de la Orquesta Sinfónica de Bilbao con la sección de la percusión ampliada y con un muy buen conductor, Ben Phelps, percusionista él mismo, que vive en Los Ángeles al que suelen tachar de atrevido por componer piezas que se encuentran entre la vanguardia y lo popular y el gusto por deconstruir obras canónicas como Mahler, Sinfonía n5. Experto en El señor de los Anillos con orquesta en vivo y, también, de Harry Potter. La BOS apoyó con maestría y precisión las maravillosas imágenes, con fuerza pero sin eclipsar, afortunadamente, a la Coral de Bilbao.

Las voces, soberbias, destacando la soprano inglesa Grace Davidson que suele interpretar composiciones renacentistas y barrocas y especializada en bandas sonoras. Le han atribuido la definición “pureza seráfica”  muy acorde con su papel en la película por su bellísima voz de aparente facilidad gracias a su gran técnica y elegancia. Todo ello intuido a pesar del micrófono. Su gran perfección ha hecho que muchos compositores contemporáneos escriban para ella.

El improbo (y no remunerado) trabajo de los miembros de la Sociedad Coral de Bilbao, acompañados, en esta ocasión, por los niños del Coro infantil y algunos jóvenes del Coro Euskaria  (a destacar la preciosa voz de Xabier Soto, de trece años) sobresalieron con su canto por momentos susurrante y en otros soberbio como requería el espectáculo, para decirnos:

“Donde una vez hubo luz

Ahora hay oscuridad

Donde una vez hubo amor

Ya no hay más

No digas adiós

No digas no lo intenté”

Genma Sánchez Mugarra

 

Orquesta Sinfónica de Bilbao

Palacio Euskalduna de Bilbao

Música de Howard Shore

Sociedad Coral de Bilbao

Coro infantil de la Sociedad Coral de Bilbao

Grace Davidson, soprano

Ben Phelps, director

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