Tras un año y cuatro meses el grupo vocal británico Voces8 volvió a Madrid a la misma sala, a la principal que la Fundación Juan March posee en Madrid, para interpretar un ecléctico programa incluido en su ciclo Polifonías Nórdicas, ciclo que pone de relieve la gran importancia que la música coral posee en los países del norte de Europa, tanto de sus agrupaciones corales como de sus compositores para este tipo de agrupaciones.
Voces8 fue programado en un ciclo muy específico, la peculiar música actual coral nórdica, que posee sencillez armónica, gran belleza melódica llena de evocadoras líneas vocales de asequibilidad aparente. Por todo ello y por su inmediata capacidad de enamorar a los melómanos más sensibles, a la vez que por su formato vocal muchas veces ideado para las decenas, quizás cientos, de formidables agrupaciones que inundan países tan cultos y refinados como Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Estonia o Letonia, se ha convertido en fuente de inspiración, deleite e interpretación de una de nuestras comunidades que más profundamente ama la música y que debe ser tenida muy en cuenta por los principales programadores de nuestras salas y ciclos más prestigiosos: las cientos y cientos de personas de todas las edades y de cualquier condición social que forman parte de las agrupaciones corales de nuestros barrios, parroquias, centros culturales, asociaciones, o que son meros grupos de amigos con esta misma afición musical. Todos ellos se han convertido en un colectivo musical que comparte una misma pasión, la música coral, pero que se siente alejado de las programaciones de nuestros principales auditorios y ciclos, que necesitan buscar nuevas propuestas alejadas de las ya agotadas y repetitivas temporadas repletas de los mismos autores o de las mismas obras temporada tras temporada.
El concierto que nos ocupa no fue especialmente publicitado ni se le dio ninguna atención especial mediática diferente a cualquier otra fantástica cita de Ciclo de Miércoles de la madrileña Fundación Juan March, pero sin embargo fue la tormenta perfecta a la que acudieron decenas de personas que tuvieron que conformarse con asistir al evento en una sala paralela que lo emitió en vivo en video en una pantalla por falta de aforo.
Y es que uno de los grupos vocales de cámara más prestigiosos y mediáticos del mundo, Voces8, protagonizó un concierto con composiciones, autores y obras que estas personas conocen, interpretan y aman. Todo esto quiere llamar la atención de nuestras queridas instituciones deseosas de innovar en sus programaciones, añadir público fiel a sus ciclos o de ampliar el espectro de sus conciertos.
Sea como fuere, Voces8 apareció en escena con su cuidadísima puesta en escena -qué pulcritud y perfección en la disposición de sus atriles- en el Día Nacional de Noruega, casualidad o no, 17 de mayo. La primera parte comenzó con la interpretación de bellas piezas suecas, noruegas o finlandesas, de autores tan conocidos o consagrados como Arvo Pärt, Jean Sibelius o Ēriks Ešenvalds. En esta ocasión nos sorprendió Barnaby Smith al dedicarse en exclusiva a dirigir el conjunto, añadiendo entonces una novena persona, no anunciada, que lo suplió en las labores como contratenor. Demostraron los británicos en todo momento su innegable profesionalidad, pulcritud en la afinación y su exactitud en la perfecta afinación, a la vez que dieron toda una lección de empaste y equilibrio en las dinámicas. Se agradece enormemente la labor de presentar brevemente cada bloque de las composiciones por parte de unos resueltos y desenfadados miembros del elenco vocal, que acerca a sus integrantes a la audiencia y que hace comprender mucho mejor lo que se está interpretando.
Quizás la obra más compleja de la primera parte fue Prayers of Kierkegaard, de Knut Nystedt donde sus enrevesadas armonías fueron en todo momento resueltas sin ninguna dificultad, o en donde las dinámicas más sutiles sacaron a relucir la calidad individual de sus miembros, a la vez que permitió a Voces8 elaborar unos fraseos absolutamente conjuntados en sus crescendi. La conocida obra de Arvo Pärt The Deer’s Cry asombró al público con su perfecta conjunción, exactitud en las homofonías y con una absoluta precisión en sus reiterativos motivos que parecieran resultado de elaborada grabación discográfica. La bella pieza Long Road de Ešenvalds nos demostró los soberbios agudos que posee Andrea Haines, encargada de lavoz de soprano.
Ya en la segunda parte, tras tres breves y efectivas piezas de Grieg, Alfvén y Gjeilo, escuchamos su obra principal, y final del concierto, el arreglo de la instrumental y conocida Suite Holberg de Edvard Grieg efectuada para ocho voces por Jonathan Rathbone en 1957, quien sin añadir texto alguno encomienda a las ocho voces una dificilísima y extrema, en tesitura, pieza vocal que pareciera más apta para labores de arduas horas de estudio de grabación y de equilibrio vocal editado a posteriori por ingenieros de sonido que apta para un concierto tan desnudo en una acústica tan poco reverberante como la del recital. Además, la extrema tesitura aguda de la soprano primera fue todo un reto para una intrépida y casi sobrenatural Andrea Haines.
Los calurosos aplausos y ovaciones del público dieron paso a una propina que embaucó a todo el público mediante una vistosa interpretación a modo de jazz band de una pegadiza y alegre pieza jazzística.
El zaguán de la Sala Principal de la Fundación Juan March pareció convertirse de inmediato tras el concierto en toda una alfombra roja o en un photocall con nueve celebrities, Voces8, que no daban abasto en firmar autógrafos, sacarse los inevitables selfis o en charlar animosamente con ilusionadísimos seguidores ávidos de estar cerca de sus ídolos.
Simón Andueza
Voces8. Barnaby Smith, director.
Obras de Fredik Sixten, Sven-Erik Bäck, Mårten Jansson, Jean Sibelius, Knut Nystedt, Þorkell Sigurbjörnsson, Arvo Pärt, Ēriks Ešenvalds, Edvard Grieg, Hugo Alfvén y Ola Gjeilo,
Ciclo Polifonías Nórdicas.
Fundación Juan March, Madrid. 17 de mayo de 2023, 18:30 h.