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Crítica / El Cuarteto Casals en un exigente trabajo sobre Bach - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 10/01/2024

El 4º Concierto del Ciclo "Recitales y Música de Cámara" que la OSCyL celebra en la Sala de Cámara de su sede en Valladolid, esta vez en la colaboración con el CNDM, trajo al Cuarteto Casals, Residente este Curso en la misma, para presentar su reciente CD lanzado en Harmonia Mundi (1923), grabado en la Iglesia del Castillo de Córdoba, sobre su versión para Cuarteto de Cuerda de El Arte de la Fuga, BWV 1080 de J. S. Bach, con sus 13 Contrapuntos, 4 Cánones y una Triple Fuga incompleta (que éllos han finalizado), en la que el llamado "sujeto BACH" (Sib., La, Do, Si en notación alemana) se repite en el tercer sujeto de la misma, sumándose como cierre el Coral Vor deinen Thron Tret'ich Hiemit, BWV 668, (Ante tu Trono voy a comparecer) aunque, como una más de las incógnitas que esta obra presenta, parece que Bach lo anotó como "Wenn wir in hochsten Noten sein" (Cuando nos hallamos en una gran necesidad), ser tachado y retomar el del último de los 18 Preludios Corales de Leipzig, BWV 651-668, que se ha mantenido.Todo con un máximo respeto, salvo levísimas adaptaciones para las tesituras de los 4 instrumentos aquí utilizados.

Que A. Tomàs y V. Martínez Mehner como violines, J. Brown, viola y A. Tomàs al violonchelo forman desde 1997 un Cuarteto hoy referente internacional, es obvio; funcionan como un reloj musical de alta precisión, donde cada pieza juega su papel dentro de un estudiado conjunto que prima sobre lo individual, gracias a la calidad de cada pieza y al detallado estudio previo de cada obra abordada, más en este caso, donde el estudio y el respeto al autor han sido exhaustivos, para conciliar los 4 pentagramas en que la obra enigmáticamente se presenta (¿para tecla?, ¿para otras combinaciones que la muerte del autor impidió aclarar?, ¿sólo un Tratado didáctico?, ...), con los 4 instrumentos del Cuarteto, en esta ocasión tocados con arcos barrocos para asimilarlos mejor al color y a los afectos propios de la época en los que Bach fue Maestro universal, consiguiendo que el oyente escuche clara cada voz en cada uno de los números de la obra, hechos con algún cambio de orden sobre el original, para restar peso a su posible escritura como elemento de estudio y habilitarlos para el Concierto, respetando siempre la voz principal con compás, ritmo y color que la técnica de cada instrumento integra en el todo según su timbre y haga variada y hermosa su audición.

Como puede deducirse de lo anterior, la interpretación fue soberbia desde todos los puntos de vista. Los Contrapuntos 1, 2, 3 y 4 iniciales de El Arte ya dieron pistas del trato dado al Tema principal del que Bach hace derivar toda su genial inventiva; las dos voces agudas, las dos graves, la viola (con más tempo), el violín, iniciaban cada uno de éllos. Vinieron después dos Cánones: por aumentación en movimiento contrario y a la 8ª, con dúos Vi II-Ce (que sonó como precioso aria doble) y Vi I-Vl. Ahora los Contrapuntos 5, 6 (en estilo francés), 7 (por aumeentación y disminución)), 9 (a la 12ª), 10 (a la 10ª) y 11, hasta aquí todo a 4; los 8 y 13 a 3, (el 8 vivo e intenso y el 13 sin Vi II. Los otros dos Cánones: a la 10ª con contrapunto a la 3ª y a la 12ª con contrapunto a la 5ª.; y vuelta al 4 con Contrapunto 14, fuga con tres sujetos, hecho con gran lentitud pero con enorme tensión, acabado por los Casals en acorde Re M. (completado así como ocurre con la mayoría de las Fugas) y conducir al Coral final, hecho gravemente, austero, solemne, modélico en su tratamiento contrapuntístico, al combinar formas directas e invertidas en cada uno de sus períodos y siendo mortal despedida de quien se dispone a comparecer ante su Juez Supremo.

El público que ocupaba la Sala casi en su totalidad, estalló en una gran ovación, tras la escucha de este torrente de la mejor música escrita y así interpretada, obligando a diferentes salidas y lograr la adición de un Purcell  en la misma línea de trato cuidadoso y exacto, con la misma acogida final. Aunque todos en idéntico nivel artístico, nos gustaría citar especialmente el trabajo de Arnau Tomàs, cello, básico en este repertorio, por exactitud y belleza en su sonido.

José M. Morate Moyano

 

Cuarteto Casals: Abel Tomàs y Vera Martínez Mehner, violines; Jonathan Brown, viola; Arnau Tomàs, cello

El Arte de la Fuga, BWV 1080 de Johann Sebastian Bach

Sala de Cámara del CCMD de Valladolid

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