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Crítica - El canto no puede valer mucho si del corazón no brota el canto

Madrid - 11/03/2020

Nos congregamos en la iglesia de las Mercedarias de Góngora para escuchar al dúo de arpa y voz formado por Manuel Vilas y Paloma Gutiérrez del Arroyo quienes, a través de la música, nos conducen a los pequeños castillos de la Provenza medieval y a aquellas estancias en donde se cantaban y recitaban poemas de amor. Ese amor cortés recién inventado…

El dúo eligió para el concierto cinco canciones de Bernard de Ventadorn, seleccionadas de entre las que acaban de grabar en disco editado por el sello Etcétera Records. Un homenaje al que fue uno de los más importantes trovadores del siglo xii y del que se conservan numerosos poemas con sus melodías.

Manuel Vilas se ha hecho construir para la ocasión un arpa medieval, encargo que ha realizado Luis Martínez a partir de arpas aparecidas en miniaturas de la Biblia Maciejowsky o Biblia de los Cruzados, siglo xiii. 

El arpa tiene veinte cuerdas y afinación diatónica; puede tocarse sentado, de pie e incluso caminando. Los artistas nos explicaron que la selección de las canciones fue pensada por la belleza de las melodías, expresadas magníficamente por Paloma Gutiérrez del Arroyo. Largos poemas en lengua provenzal que desgranó de memoria, con expresivo canto.

Tuvimos la suerte de contar con la traducción de los textos que nos animaron a seguir para mejor comprender a Bernard de Ventadorn. Sus poemas en lengua romance expresan un amor idealizado. Él fue un trovador al servicio de las damas de la nobleza feudal de la antigua Galia, mujeres inaccesibles, generalmente casadas, complacidas en la escucha de tan tiernos mensajes a los que no debían corresponder, y que causaron al trovador algún que otro quebranto.

Durante el concierto, Paloma y Manuel organizaron una discreta coreografía.  En cada canción ocupaban sitios diferentes sentados, de pie e incluso andando por el pasillo entre el público. Pese a las dimensiones de la iglesia, consiguieron recrear un clima de intimidad sin perturbar la sonoridad del arpa y la voz que se escuchaban perfectamente allí donde estuvieran.

Manuel Vilas hizo algo más que acompañar con el arpa, hubo improvisaciones a solo y episodios de diálogo con la cantante remarcando con el instrumento el contenido de los poemas. Resulta sorprendente que, en tiempos de las bárbaras guerras y crueles batallas, pudiera inventarse una forma de amor tan romántica: siglo xii, cuando Europa empieza a nacer.

Es una suerte que se hayan conservado estas canciones y que haya intérpretes inteligentes y eruditos que nos puedan transmitir tanto de la historia de la música y sus instrumentos en los tiempos antiguos. El concierto que nos ofrecieron Paloma Gutiérrez del Arroyo y Manuel Vilas, además de una delicia, fue una clase magistral de saber música medieval.

Sol Bordas

Paloma Gutiérrez del Arroyo (canto); Manuel Vilas (arpa medieval)
Chantador del joi d`amor. Canciones de Bernat de Ventadorn (...1147-1170...)
Sábado, 7 de marzo de 2020. 19:00h
Iglesia de las Mercedarias de Góngora, Madrid. El canto de Polifemo 

Foto © Juan Mantilla

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