Antes del Alleluia de El Mesías de Haendel, rico regalo navideño del elenco, Jordi Casas, Director invitado para este 6º concierto cierre del Abono de Otoño de la OSCyL en su Auditorio, tercer pase, había dirigido unas acertadas palabras a reseñar. Agradeció a la Junta de Castilla y León la oportunidad que músicos y público, con todas las garantías exigidas, hubiesen podido compartir de nuevo su imprescindible alimento espiritual, la gran Música; también que ese público hubiese correspondido al esfuerzo de todos, llenando la Sala las 4 sesiones de cada programa y, naturalmente, deseando Fiestas y Año Nuevo llenos de Paz y, sobre todo de salud, tan necesaria para que todo lo demás recobre su vida normal.
Y como Casas conoce bien el Coro, propuso un programa acorde a los medios a disponer: los dos mejores coros de la ciudad, “Alterum Cor” y “Piccolo”, preparados por Valentín Benavides y Ramiro Real, para abordar el hit Gloria, RV. 589 de Vivaldi (2ª vez en el Auditorio) y Te Deum en Re M., H. 146 de M. A. Charpentier, motete polifónico para 8 solistas vocales, coro, órgano y bajo continuo, más variable instrumentación, (primicia en la ciudad), tragedia sacra en Preludio y 5 actos para la iglesia jesuítica de S. Luis en París, tal vez para celebrar la victoria en la Batalla de Steinkirk de Agosto de 1692.
El coro tuvo las mascarillas como hándicap, lo que especialmente en piano velaba un punto su sonido; además, para Vivaldi, Casas acercó cuanto pudo su versión al historicismo, lo que incomodó el canto a los 33 cantores, no avezados a hacerlo tan articulado, cortado y breve, Ello fue superado con entrega, concentración y adecuada guía en las manos de Casas, que mantuvo siempre el adecuado pulso en cada uno de los XII números que conlleva el Gloria; algún leve problema en las agilidades de V y VII y bien la Fuga final y la afinación general, con nota para el piccolo y la labor de la plantilla orquestal con el positivo, prestos a seguir con mimo la línea directorial. El dúo de sopranos, Ulrike Haller y Delia Agúndez, especial timbre la 1ª y muy grata la 2ª, fue realmente “alegre” y muy bien el oboe y el continuo en su aria Largo con Haller, buena línea de canto y ornamento. Marta Infante introdujo, con cello y órgano, muy declamado el VIII y fue solvente en su aria X de alto con la mitad de la cuerda y órgano, algo apretada en el cierre para mantener el pulso Allegro adecuado marcado.
Subió bastante el resultado en el Te Deum. Ya en el Rondó-Marcha inicial la OSCyL y Casas mostraron bien su propuesta, con timbal destacado. El barítono Josep Ramón Olivé cantó bien el 1er. verso, falto aún de mayor peso y color como joven. El coro lució mucho mejor sonido y seguridad, destacando en los 10 primeros versos, los de alabanza a Dios; la Cristología para el pueblo fue expuesta básicamente por los solistas a cuarteto, con la incorporación del tenor Carles Prat, cumplidor, tríos con Agúndez excelente e Infante muy cómoda y nuevas combinaciones coro-solistas, para llegar a la brillante Fuga final, la de la confianza total en Dios, resuelta con solidez por el coro, el trío y el tutti, con ecos de la Marcha inicial. Broche de Ciclo más que digno, apreciado por el público con repetidos aplausos y obligados saludos por parte de todos.
José Mª Morate Moyano
Ulrike Haller, Delia Agúndez, Marta Infante, Carles Prat, Josep Ramón Oliver, Alterum Cor, Coro Piccolo, Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Jordi Casas i Bayer.
“Gloria” de Antonio Vivaldi y “Te Deum” de Marc Antoine Charpentier.
Sala Sinfónica “Jesús López Cobos” del CCMD de Valladolid.