Hay autores que, pese a formar parte de muchas de las historias de la música que circulan por ahí, incluso estudiados académicamente en nuestros centros, no suelen visitar las programaciones de conciertos. Las razones son variadas. Y la moda también tiene su parte de responsabilidad.
Son, por ejemplo, los casos de los Franz Berwald y Conradin Kreutzer, compositores que conformaron la velada que bajo el título general: “El legado de Beethoven”, presentaron miembros correspondientes de la Orquesta Nacional de España -Ensemble Clásico de Madrid-, en el concierto de clausura de esta temporada del ciclo de cámara de la citada institución: “Satélites”. Y todos, autores, primero, e intérpretes, corroboraron sobre las tablas el Auditorio Nacional, la idoneidad de aquel título, especialmente en su segunda parte.
Porque el sueco Berwald adoptó un perfil más correcto, elegante y formal en su Gran septeto, que su colega alemán, Kreutzer, en el suyo homónimo, con una más interesante enjundia armónica que justificaba su posición postrera en programa. Un Kreutzer que, como bien recordaba el programa de mano, no es el afamado violinista que todos hemos mencionado de carrerilla desde niños en razón de la dedicatoria de Beethoven en su Sonata “Kreutzer”… su Novena sonata para violín y piano… (no la Quinta, apodada Sonata primavera, como indicaba con intención aclaratoria dichas notas al programa… ésta última, la Primavera con dedicatoria nobiliaria y mecenas).
En suma, un programa relativamente inhabitual, con referencias sólidas en el meollo mismo del siglo romántico, y una interpretación, tanto en sus facetas de conjunto como individuales, convincente.
Luis Mazorra Incera
Ensemble Clásico de Madrid: Enrique Pérez, Miguel Simó, Javier Bonet, Mario Pérez, Martí Varela, Joaquín Fernández y Laura Asensio.
Obras de Berwald y Kreutzer.
OCNE. Auditorio Nacional de Música. Madrid
Foto: Ensemble Clásico de Madrid.