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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Dos estrenos nórdicos contemporáneos

Valladolid - 10/02/2020

El compositor sueco Anders Hillborg (Sollentuna, 1954) propició en Valladolid el estreno de dos de sus composiciones: King Tide (La marea del Rey-1999), primera audición en España, y Through Lost Landscapes (A través de paisajes perdidos-2020) primicia absoluta propiciada por encargo de la OSCyL a través de su titular y de Esa-Pekka Salonen (dos de sus principales mentores), que han hecho que se programen también en Reino Unido, Estocolmo, Minnesota y Helsinki (unidos en el encargo), logrando de paso que la Sinfónica de Castilla y León se incorpore de lleno al circuito internacional. El concierto culminó con la Sinfonía nº 5 en Mi b. M., op. 82 de Sibelius, 4ª vez para la Orquesta.

Andrew Gourlay, Titular de la OSCyl, demostró en este 8º de Abono lo cómodo que se encuentra con repertorio contemporáneo, más, colaborando el mismo Hillborg al tratarse  de sus estrenos en España. King Tide, (versión sinfónica del propio autor de su obra coral a 16 voces mixtas Mouyayoum -1983), se inicia con las cuerdas en ppp que crecen y decrecen como un flujo aéreo a través de un tubo, al que se suman las distintas familias: flautas, maderas, trompas, trombón bajo, tuba, trompetas … por distintos momentos, jugando con los distintos timbres y dinámicas para crear una sensación de ola que va y viene (que justifica el título), mezclando semicorcheas con notas largas, que recuerdan a Stockhausen y/o a Steve Reich. Todo ello lógico en un compositor como el sueco, cuya formación pasó por todas las vertientes musicales, desde el pop, folk, rock, minimalismo, a una sólida formación clásica, sin renunciar a ninguna de éllas e incorporando elementos de todas, salvo ceñirse a una estructura concreta en ningún caso, lo que le permite irlas reformando a medida que las va escuchando en directo. Gourlay encaja bien en esos parámetros y dirigió con precisión cada cambio tímbrico o dinámico, marcando siempre claro el compás.

En esa línea dirigió también el encargo estrenado. Arranca con un gran crescendo seguido por el trío de flautines que pasan a flautas y percusiones: piano, campanas, tambores a la mano, timbales, creando un ambiente de naturaleza virgen por la que discurren distintos sonidos de flora y fauna, destacando entre éstos los generados por los clarinetes y en particular el requinto, difíciles técnicamente. Versión muy correcta por toda la orquesta, atractiva por la riqueza de ideas desarrolladas aunque repetidas y los distintos efectos instrumentales. Fue muy bien aceptado por el público que llenó la sala y aplaudió con fuerza a Director y compositor.

Sibelius nos devolvió al soleado frío del Norte en el primer movimiento de su 5ª Sinfonía, en el que destacaron el cuarteto de maderas, el fagot y los metales, para un efusivo final. El teórico Lento tuvo unos buenos pizzicati de cuerdas con el oboe, para atacar el Final violas y violines con buen son al que se sumaron las trompas, pero se fue perdiendo claridad en el conjunto y faltó tensión en el Largamente assai que sonó impersonal.

Se añadió Andante festivo de Sibelius en su versión para cuerdas y timbal, donde se echó de menos el punto de incisividad que lo hace “festivo”, resultando algo plano aún con la bella parte de los cellos que, al menos, sonó redonda de gusto y uniforme color.

José Mª Morate Moyano

Sinfónica de Castilla y León / Andrew Gourlay.
Obras: A, Hillborg y Sibelius.
Sala sinfónica “Jesús López Cobos” del CCMD de Valladolid

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