La Orquesta Sinfónica de Bilbao dirigida, en esta ocasión, por Günter Neuhold que ya la lideró en el pasado durante más de un lustro, comenzó con el preludio del acto 2 de la ópera The Wreckers: On the Cliffs of Cornwall de la compositora inglesa Ethel Smith. Compositora que no pudo estudiar profesionalmente hasta los diecisiete años por ser mujer y que concluyó sus estudios y estrenó sus primeras partituras en Alemania donde conoció a Clara Schumann.
Tuvo un gran compromiso con la igualdad de género siendo miembro de la Unión Social y Política de Mujeres para la que creó su famosa Marcha de las Mujeres, convirtiéndose posteriormente en su himno. Obra que dirigió desde su celda de la cárcel al ser detenida en una manifestación, usando su cepillo de dientes como batuta.
El director la interpretó de una forma muy sobria, en un estilo muy inglés, como correspondía a la obra.
El concierto para piano y orquesta nº2 de Saint-Saëns estuvo en las enérgicas manos de la pianista Martina Filjak, con una gran técnica pero que aún tiene que cultivar su faceta de la sensibilidad, que sí tuvo el director al dejarle el protagonismo.
El músico francés, autor de esta obra, fue, además, entomólogo y matemático y aficionado a las ciencias ocultas y la astronomía. La orquesta, curiosamente, no aparece hasta el minuto y medio y estuvo soberbia en los momentos tranquilos y melancólicos.
Terminó el concierto con la 5ª Sinfonía de Tchaikovsky, de gran agrado por parte del público. Se la ha criticado muchas veces de excesivo sentimentalismo pero yo creo que es más fruto de la personalidad de su creador. Hombre con un temperamento desgarrado consecuencia de su profunda sensibilidad y su intensa lucha interior.
Neuhold supo coordinar a la perfección las cuerdas, los vientos y la percusión tanto en los momentos grandiosos como en los melancólicos con la ayuda de una coordinada orquesta.
Equilibrado concierto que incluyó a dos compositores que tenían en común un nefasto matrimonio, seguramente contraído para ocultar los rumores, en ambos casos, de homosexualidad. Diversidad. Y una mujer que tuvo que esperar casi un siglo para ser nominada a los Premios Grammy por la Sinfonía The Prison y que opinaba así en cuanto a la igualdad: Si una obra de una compositora “es demasiado larga es lenguaje discursivo femenino, si es rápida y abrupta es la impaciencia de la mujer, si es directa y lúcida no son cualidades que se busquen en la mujer”. Palabras de una escritora y crítica musical.
Genma Sánchez Mugarra
Palacio Euskalduna de Bilbao
Orquesta Sinfónica de Bilbao
Música de Ethel Smith, Camille Saint-Saëns y P.I.Tchaikovsky
Martina Filjaj, piano
Günter Neuhold, director
Foto: La compositora inglesa Ethel Smith.