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Crítica / Diálogos a cuatro cuerdas - por Gonzalo Roldán Herencia

Granada - 27/06/2022

El violonchelista Jean-Guihen Queyras visitó el Festival de Granada con un programa sumamente interesante, dentro del ciclo Bach Modern. Queyras, uno de los grandes violonchelistas del momento, estableció un interesante diálogo entre las suites para chelo de Johann Sebastian Bach y las propuestas transgresoras de György Kurtág, pues ambos genios, separados por doscientos años de evolución en el lenguaje musical, comparten sin embargo una visión preclara de las capacidades tímbricas del instrumento y del lenguaje contrapuntístico, explorando su más pura esencia a través de las cuatro cuerdas del violonchelo.

El intérprete abrió el concierto con Pilinszky János: Gérard de Neval, de György Kurtág, una pieza perteneciente a la colección abierta Signos, Juegos y Mensajes, que se caracteriza por su versatilidad tímbrica y variedad. Esta pieza, escrita para chelo, de contundente actualidad tanto por la disolución de la tonalidad como por la exploración tímbrica del instrumento, muestra no obstante una concepción en lo que al contrapunto se refiere en conexión directa con la música de Bach, siendo un estimulante preludio a la interpretación de la Suite para violonchelo núm. 1 en sol mayor BWV 1007. Sin solución de continuidad, Queyras abordó el preludio y siete danzas de que se compone esta suite con una preclara visión del estilo y el trabajo motívico de la partitura. A la perfección técnica de su interpretación se unieron un gusto exquisito y una flexibilidad en el arco verdaderamente idóneos para esta música. El violonchelista, poco proclive al abuso de ornamentos, adornó discreta pero bellísimamente las danzas de esta suite, que resultaron muy del agrado del público.

Como interludio previo a la siguiente suite se interpretó el proverbio Az hit de la colección Proverbios de Péter Bornemisza op. 7 de Kurtág. Concebida originariamente como un lied, el propio autor realizó más tarde la versión para chelo que se escuchó, donde se respeta la línea melódica en una dialéctica moderna de gran expresividad. Este canto para cuerdas enlazó con la Suite para violonchelo núm. 3 en do mayor BWV 1009 de Bach, una de las más íntimas y emotivas del repertorio. Esta cualidad fue aprovechada por Queyras para engarzar una interpretación de gran belleza y sentimiento contenido, sin concesiones a elementos fuera de estilo pero explorando la capacidad evocadora de sus melodías. Particularmente expresiva resultó la sarabande central en modo menor, así como las arabescas juguetonas de las dos bourrées o el delicioso y vívido ritmo de la gigue final.

El concierto se cerró con la interpretación de la Suite para violonchelo núm. 5 en don menor BWV 1011 de Bach, que estuvo precedida de la pieza de Kurtág Árnyak, también de la colección Signos, Juegos y Mensajes. La quinta suite de Bach se caracteriza por una variación de afinación, una scordatura en sol de la cuarta cuerda (do-sol-re-sol), que permite explorar al máximo las particularidades armónicas de la tonalidad escogida. Una suite expresiva e intensa, con una cualidad rítmico-motívica bastante intrínseca y característica dentro de la literatura bachiana, que Queyras exploró en todo el amplio abanico de elementos temáticos con una perfección digna de un maestro como él. En su interpretación, como en las dos anteriores, desplegó todos los recursos expresivos que la partitura contiene, desvelando la voz propia del instrumento que Bach supo encontrar, dentro de una complejidad técnica y una solemnidad y recogimiento que contrasta con el alarde contrapuntísticos de los pasajes fugados.

El concierto concluyó con una prolongada ovación del público asistente, en agradecimiento a la excepcional interpretación de Jean-Guihen Queyras, sin duda uno de los artistas más reconocidos del panorama internacional, que regaló al público del Festival de Granada una magistral interpretación de la obra de Bach. El gesto fue devuelto por el violonchelista con la interpretación, fuera de programa, del preludio de la Suite para violonchelo núm. 4 en mi mayor, también de Bach.

 

Gonzalo Roldán Herencia

 

Jean-Guihen Queyras, violonchelo.

Programa: György Kurtág, Signs, Games and Messages y Dits de Péter Bornemisza (selección); Johann Sebastian Bach, Suites para violonchelo núm. 1, 3 y 5.

Fecha y lugar: Hospital Real, 26 de junio de 2022

 

Foto © Fermín Rodríguez

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