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Crítica / Desde París con… Mozart - por Luis Mazorra Incera

Madrid - 08/11/2024

La pujante Sinfonía n. 33 en re mayor, KV. 297, bajo el pseudónimo de “París”, dio comienzo a una dinámica versión mozartiana por la Orquesta de la Comunidad de Madrid dirigida por Alondra de la Parra en el Auditorio Nacional de Música.

Y tan estimulante fue aquella enérgica articulación de sus diversos motivos, escalas y otros detalles, en un cúmulo de tensión, que dio pie a espontáneos aplausos ya al término de su primer movimiento Allegro assai.

Una energía que se disipaba en un Andante, más recogido, para recobrar aquella presteza en el Allegro final.

Una alegría vertiginosa, tomando los riesgos de tempo y claridad de sus perlados contrapuntos, que corresponden a esta función más ligera del finale sinfónico.

Siguiendo con Wolfgang Amadeus Mozart, la entereza de su Misa en do menor, K. 427, quedó patente en un intenso arranque del coro, en especial en sus voces más graves. Voces que destacaron la entrada solista que se seguía de Siobhan Staag, haciendo gala de saltos melódicos (incluso de registro y tímbricos) realmente comprometidos.

Una entrada espectacular y asertiva del Gloria (dos números, Kyrie y Gloria, que, además, como sabemos, van seguidos en la liturgia y bien que se nota en su invención e intención compositiva). Un solo de Olivia Vermeulen donde, igualmente, se tocan registros extremos, si bien en articulaciones más aligeradas.

Las sección del Quoniam (del Gloria) hizo participar al tenor Antoni Lliteres. Un tejido contrapuntístico de primer orden. El Cum sancto Spiritu devolvió protagonismo al coro en forma de brillante fuga.

Destacado Et incarnatus con Staag en rol de encomiable dificultad y compromiso.

Tras el fornido inicio del Sanctus, un Hosanna digno de mención por la exigencia vocal a la que el coro respondió con notable preparación.

Cuarteto solista en un Benedictus donde Manel Esteve asumiera el rol de bajo junto al resto de solistas, en un movimiento enérgico y pleno de acentos, con figuraciones a menudo descendentes.

Cierto desconcierto al aplaudir tras el último Hosanna, por la falta del perceptivo Agnus Dei (última de las partes fijas cantadas de la misa litúrgica) en esta adelantada Misa en do menor, incompleta en su aplicación litúrgica.

Dedicada desde el podio a “las familias que sufren la DANA”, una sentida propina fuera de programa, con el popular Ave verum corpus. Versión que gozó de especial templanza y contención por todos, a un lado y otro de la barrera.

Desde (la Sinfonía) París (siempre) con… Mozart.

Luis Mazorra Incera

 

Siobhan Staag y Olivia Vermeulen, sopranos; Antoni Lliteres, tenor; y Manel Esteve, bajo.

Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid / Alondra de la Parra.

Obras de Mozart.

ORCAM. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

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