Fantástico debut de Javier Camarena y Ángel Rodríguez en el Palau de la Música Catalana. El tenor inició el programa con tres arias de Donizetti, destacándose la interpretación de Com’è soave quest’ora di silenzio… Anch’io provai….de Lucrezia Borgia. En las tres arias brillaron sus agudos y su habilidad para los pianísimos. Ángel Rodríguez, excelente acompañante, enérgico y apasionado, con el piano recreó a una orquesta llena de matices y colores.
Un conjunto de canciones napolitanas, frecuente repertorio de tenores, conformó la segunda sección del programa en la que escuchamos una preciosa versión de Rondine al nido de D. De Crescendo y ’A vucchella de F.P. Tosti, una joya por la delicadeza del canto, la cuidada dicción y la expresividad de cantante y pianista. Para cerrar esta sección escuchamos la conocida Passione de Tagliaferri, Bovio y Valente, aquí el tenor se destacó por su dicción clara y por su habilidad para recitar el texto, asignando a cada palabra su peso emocional, logrando así comunicar el mensaje de forma clara y cercana. Esta capacidad para entregar y respetar el texto poético, además de su técnica impecable, fue quizá la más llamativa del tenor. En esta sección también se lució el pianista, responsable de algunos de los arreglos de las canciones napolitanas.
Rodríguez interpretó, también en arreglo propio, el Tema d’amor de Los paraguas de Cherburg de M. Legrand, pieza en la que derrochó virtuosismo.
La tercera y última parte del programa estuvo dedicada al repertorio en español, iniciando con Mujer de los negros ojos de El huésped del sevillano de Jacinto Guerrero. A continuación el tenor interpretó canciones de compositores de su país, México, incluyendo el conocido bolero Perfidia del compositor de Chiapas Alberto Domínguez y un popurrí de rancheras del icónico cantautor José Alfredo Jiménez que incluyó canciones tan conocidas como Paloma querida, Un mundo raro y Si nos dejan. En estas canciones en su lengua materna el tenor fue aún más expresivo, dotando de significado a cada palabra, con un estilo que no desvirtuó la esencia del bolero o de la ranchera.
Aquí pudimos apreciar como el repertorio de bolero y de ranchera, proveniente de la música folclórica-popular, rasgo que comparte con el repertorio de canción napolitana tan extendido entre los tenores, es un repertorio muy adecuado para las voces líricas. Sus líneas largas que favorecen el legato, su rango amplio y las bellas melodías, permiten el lucimiento de la voz lírica y conectan con las audiencias que se identifican y reconocen fácilmente en sus textos y melodías.
El público entregado del Palau acogió a Camarena y Rodríguez con fervor y el tenor interpretó dos bises, uno de ellos Esta tarde vi llover, en homenaje al recientemente desaparecido compositor mexicano Armando Manzanero. Para finalizar, el dúo interpretó la conocida canción catalana de Josep Ribas i Gabriel, Pel teu amor, conocida también como Roso, en la que la audiencia emocionada tarareó la melodía y por un momento olvidamos que seguimos en medio de la pandemia. ¡Grandes Camarena y Rodríguez! Si una palabra pudiera definir este concierto esta sería el título de una de sus canciones, Passione.
Patricia Caicedo www.patriciacaicedo.com
Javier Camarena, tenor - Ángel Rodríguez, piano
Palau de la Música Catalana (Debut al Palau)
Foto © javiercamarena.com