El primer concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en 2025, tras el paréntesis del Festival de Música de Canarias, contó con la participación del prestigioso oboe principal de la Orquesta Filarmónica de Berlín, Albrecht Mayer en la doble faceta de oboe solista y director, en un programa dedicado a Mozart.
Asistimos al estreno en España de un Concierto para oboe y orquesta de Mozart, completado por el oboísta y compositor suizo Gotthard Odermatt, quien partiendo de un amplio fragmento, seguramente parte de el primer movimiento de un Concierto para oboe de Mozart, KV 293 / 416f de su catálogo, lo completó y posteriormente le añadió otros dos, con la habitual plantilla de cuerda a la que se suman parejas de clarinetes, fagotes y trompas La obra resultante es una hermosa pieza concertante, más claramente mozartiana en el primer movimiento que en los otros dos donde, sin grandes rupturas estilísticas, ciertamente se aprecia más la presencia de una mano ajena al compositor de Salzburgo. Al solista, con una parte realmente compleja, se le exige no solo musicalidad intachable y depurado fraseo, sino también moverse con facilidad en los extremos de tesitura y amplios saltos desde registros extremos, aspectos todos que Mayer solventó sin inmutarse, exhibiendo un sonido de gran belleza, redondez en todos los registros y fiato envidiable. A su vez, la parte orquestal no se limitó a un mero fondo sonoro, entablando un diálogo permanente con el solista, incluyendo sugestivos momentos como el importante cometido asignado a las violas en el adagio, poco habitual en época de Mozart, o el pasaje de la cuerda en pizzicato en el tercer movimiento, resueltos con total solvencia por una Filarmónica de Gran Canaria especialmente atenta a las escasas indicaciones del solista/director.
La Serenata en Si bemol mayor, K 361 “Gran Partita” para 13 instrumentos de viento ocupó la segunda parte de la noche. En siete movimientos, tanto por su amplitud, unos 50 minutos, como por su complejidad y calidad compositiva, se aleja de las habituales serenatas para vientos de su tiempo, uniéndose al catálogo de grandes obras maestras de su autor, aunque el género al que pertenece y su inhabitual plantilla hagan de ella una obra mucho menos interpretada que sus grandes sinfonías o conciertos para piano o violín. El exhaustivo conocimiento de las posibilidades de los instrumentos de viento de Albrecht Mayer nos dejó una interpretación de amplio aliento, impoluta en el fraseo y cuidadosa en los contrastes de tempi y dinámica, que plasmó certeramente el carácter de cada movimiento y las confrontaciones de los diversos temas dentro de cada uno de ellos, con una penetrante expresividad que mantuvo la atención del oyente hasta el final. Los músicos de la Filarmónica de Gran Canaria defendieron con arrojo unas partes extenuantes por su extensión y exigencia, con un sonido de gran limpieza y definición tímbrica, admirablemente empastado entre las distintas secciones y en su globalidad.
La velada se había iniciado con la obertura de Cosi fan tutte, en una interpretación de gran nitidez, a la que faltó agilidad y desparpajo.
Juan Francisco Román Rodríguez
Albrecht Mayer, oboe y dirección.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria,
Obras de Mozart y Mozart/Gotthard Odermatt.
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.