El Preludio y fuga en sol mayor de Johann Sebastian Bach fue la pieza inicial elegida por Susanne Kujala, que hizo honor al titular del ciclo de órgano que ostenta el atractivo apelativo Bach-Vermut y auspicia el Centro Nacional de Difusión Musical en la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Música.
Todo un alarde compositivo y técnico de pulso y templanza, puesto de relieve en una interpretación en cierto modo valiente, con tempi fluidos sobre la densa trama contrapuntística. Especialmente en la fuga, donde se destacaba un pedal tocado con puntas, como marcan los cánones más informados. Una técnica de pedal que, junto a una digitación coherente, propicia una lógica de articulación que se adapta al lenguaje de la época, y al bachiano en particular. Un detalle técnico que, consecuentemente, sólo tendría aplicación en esta interpretación barroca, dentro del programa previsto.
De José Luis Turina, Punto de órgano escrita en claros bloques contrastantes, empleó dichos "puntos de órgano" como ejes de la forma que sirviera de base para mostrar la nutrida paleta tímbrica y contraste dinámico que propicia este instrumento.
El Segundo coral de César Franck, el más reposado y, quizás, el más interpretado de este trascendental tríptico y testamento franckiano, sirvió de remanso, al menos en su exposición temática y sus primeras variaciones.
Pronto tomó vuelo con registradores más destacadas, siempre haciendo abundante uso de pedal expresivo, pedal de dinámicas, de estética romántica y asociado al correspondiente teclado recitativo (a la sazón, siempre acoplado, al principal o la cadereta en su caso). Un pedal, en la disposición y hechura de este órgano, un tanto "inflacionante" para muchas de las combinaciones de registros planteadas. Algún cambio sorpresivo de registros y el citado rigor en el pulso, fueron especialmente afortunados para llevar esta obra a su íntima resolución.
Veli Kujala aporta al programa su Cyclone. Un título que ya prometía vértigo, y se resolvió como una inicial toccata con intención scherzante, siempre en clima de un virtuosismo con los manuales cercano al perpetuum mobile, fuertes contrastes de registros, y, de nuevo, final etéreo.
La monumental Fantasía y fuga sobre B-A-C-H de Max Reger, volvía al titular del ciclo… por alusiones… algo crípticas pero explícitas, titulares y temáticas.
Un homenaje doble, pues, a Bach y a un sesquicentenario, el de Reger, que antes de una serena propina en trío, veía, así, su necesaria celebración con una magnífica obra.
Intimismo algo misterioso para la exposición del célebre sujeto nominal de la fuga: "B-A-C-H", para converger y estallar en un lleno a pleno pulmón, en su ampuloso remate.
Luis Mazorra Incera
Susanne Kujala, órgano.
Obras de Bach, Franck, Kujala, Reger y Turina.
CNDM-Bach-Vermut. Auditorio Nacional de Música. Madrid.
Foto © Elvira Megías