El pasado lunes 22 de noviembre, coincidiendo con el día de la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos y las músicas, nos convocaron para asistir a un concierto al Teatro Real de Madrid: DAVID BISBAL FILARMÓNICO by COSENTINO, segundo de los cuatro conciertos programados de la gira del mismo nombre patrocinados por la firma almeriense de referencia en el sector de la producción y distribución de superficies innovadoras para el mundo de la arquitectura.
En un primer momento su denominación, DAVID BISBAL FILARMÓNICO by COSENTINO, nos hace pensar en un evento musical que no es nuevo, si bien nos llama la atención el concepto hasta ahora inusual de “filarmónico”, ya que no es la primera vez que un artista o grupo de música comercial, se atreve a interpretar su repertorio más conocido acompañado de una orquesta sinfónica ante una audiencia entregada, con más o menos acierto y resultado musical, con más o menos calidad, resultado y repercusión.
Realmente nos llevamos una grata sorpresa desde la misma entrada, ya que este espectáculo pretende ser algo más. Cuidado hasta el más mínimo detalle, con un Programa de mano de exquisito diseño (inusual en este género de música y que le da calidad, categoría y seriedad), que ha coordinado a través de un numeroso equipo artístico y técnico Santiago Alfonso Rodríguez, Productor ejecutivo del evento y a la sazón Vicepresidente Comunicación y Reputación Corporativa del Grupo Cosentino, con lo cual y a propósito, se entiende mejor el término escogido de filarmónico y no sinfónico (por otra parte tan manido a pesar de que, como de todos es conocido, ambos se refieren a la misma agrupación musical pero no a las instituciones que las sustentan).
DAVID BISBAL FILARMÓNICO BY COSENTINO más allá de ser una sucesión de canciones al uso, es un espectáculo musical conceptual, estético, ameno, divertido, apasionado y hasta emocionante por momentos.
Estructurado en tres partes entrelazadas de forma coherente sin interrupciones, a través de una obertura y dos intermezzos compuestos para la ocasión por el ganador de un Premio de Composición Reina Sofía: Juan Cruz Guevara, como un todo en el que destaca su ritmo interno siempre hacia delante in crescendo, a modo de concierto clásico, con una primera parte brillante y enérgica, una segunda íntima y profundamente emotiva, concluyendo el recital con un final intenso in crescendo que culmina en una apoteosis espectacular e inolvidable para el siempre incondicional público asistente.
Sin lugar a dudas David Bisbal es un artista de gran carisma que en la actualidad se encuentra en una etapa de madurez, con una puesta en escena en todo momento natural y elegante, sin echar de menos el soporte en forma de banda de pop, que habitualmente le acompaña y bien que lo demostró con grandes dotes de carácter en los temas rítmicos y una sorprendente expresividad en las baladas, además de su saber estar en el escenario, en el que siempre se sintió cómodo, sin olvidar sus ya míticos giros, saltos y demás movimientos (más comedidos que nunca), ante un público entregado que supo a lo largo de toda la actuación estar a la altura del recinto, sin romper en ningún momento los diferentes ambientes sonoros de cada una de las canciones, destacando especialmente Esclavo de tus besos, Silencio, Camina y ven, El ruido, Dígale, Abriré la puerta o Bulería, entre las quince que se interpretaron a lo largo del concierto de casi dos horas de duración con un auditorio volcado de principio a fin.
El trabajo de composición, transcripción, arreglos, instrumentación y orquestación realizado para la ocasión por Juan Cruz-Guevara teniendo como asistente a Claudio Cascales, es simplemente magnifico, detallado y hasta podríamos decir que quirúrgico.
Cruz-Guevara ha realizado una minuciosa y sobresaliente orquestación de las canciones más conocidas del artista almeriense, acrecentando su interés, con unas atractivas y seductoras versiones, con nuevas y delicadas armonías y partes instrumentales totalmente originales de primer nivel.
Su concepción musical, desde la obertura hasta la última de las canciones, es sencillamente brillante, caracterizadas en todo momento por un hilo argumental y orden interno, sonoro y creativo, recreando ritmos pop y latinos, enlazando tonalidades con naturalidad, utilizando todo tipo de ambientes, con una eficaz instrumentación que hace que en ningún momento se eche de menos la sonoridad de cualquiera de los instrumentos habituales de la música comercial que todos conocemos, tales como la guitarra y el bajo eléctricos, diferentes tipos de teclados, batería…
La puesta en escena es sencilla a propósito, ya que son precisamente el propio solista y la orquesta los verdaderos protagonistas en el desarrollo del show, tan solo realzada en la obertura y ambos intermezzos instrumentales por bellas imágenes con referencias y motivos a las canteras de Macael (Almería), de donde procede la marca patrocinadora del evento, el Grupo Cosentino.
La iluminación y el sonido están acordes con el resto del conjunto, especialmente el sonido, simplemente amplificado (que no potenciado ni maquillado), con naturalidad y sin efectos añadidos, hacen que el solista pueda desarrollar su talento sin forzar la voz, ni que la orquesta le ensombrezca en ningún momento, en un equilibrio no siempre fácil de conseguir en esta tipología de espectáculo a medio camino entre lo comercial y lo lírico.
Concluimos. La Orquesta Ciudad de Almería (OCAL), es una orquesta que a pesar de tener apenas dos décadas de vida, sonó de forma compacta y resolutiva, adaptándose en todo momento a su no siempre fácil cometido, acompañar a un solista, a la vez que supo lucirse en las partes instrumentales tanto a tutti como a solo, destacando su excelente sección de percusión, vital, precisa y compacta y su violonchelo solista de elegante sonido, además de su concertino José Vélez, todos magníficamente coordinados por el inglés, afincado en España, Michael Thomas, quién dirige al conjunto con oficio, eficacia, determinación, gestos claros y estricto control del tempo.
Blanca Gallego
Lunes 22 de noviembre de 2021 (21:00 horas).
Madrid: Teatro Real.
Solista: David Bisbal.
Composición, arreglos y orquestación: Juan Cruz Guevara.
Orquesta Ciudad de Almería (OCAL).
Director: Michael Thomas.
Foto © Cosentino