Los cuarenta Kafka Fragments (que podríamos traducir como, Fragmentos kafkianos) de György Kurtág, breves piezas, casi bosquejos, gestos musicales de, en media, apenas minuto largo, aglutinados en cuatro partes, de duración absolutamente dispar, conformaron el estimulante programa presentado por la soprano Anu Komsi y el violinista Sakari Oramo. Un programa de concierto inscrito en el ciclo Series 20/21 que auspicia el Centro Nacional de Difusión Musical en el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Toda una experiencia más allá de lo musical o lo literario que define y titula la pieza. Aspectos que se fusionaron muy pronto en una intensa atmósfera donde estética musical y literaria se daban la mano. Una atmósfera conceptual que crean, principalmente, la sombra proyectada por el literato de Praga, y esta imaginativa y vibrante traducción, acompañamiento o alter ego musical, antes weberniano por su extrema concisión, que bartokiano, de Kurtág. Un aroma peculiar, propio, de conjunto.
Un virtuoso y compenetrado dúo, Komsi y Oramo, que, tanto en su espectacular concertación como en sus abundantes intervenciones a solo, puestas a prueba de continuo por la partitura del húngaro nacido en la actual Rumanía (como Bartók, por cierto, ambos de diferentes localidades del distrito de Timiș), demostraron solidez, detalle y un punto de naturales dramatismo y vehemencia. Una necesaria inyección de carácter sin la que esta música, no ya carecería de sentido, cuestión puesta en tela de juicio por su mentor literario, sino de vida y razón de ser.
Una espectacular culminación de la que, ya de por sí era una potente primera parte, con brillantes últimos fragmentos encadenados, nos llevó a la segunda, acaparada por un título un tanto... ¿kafkiano-mesiánico...?: "El verdadero camino... mensaje-homenaje a Pierre Boulez". Música encriptada y sombría, a tono con este mensaje titular.
La tercera parte también se remató en forma espectacular, heredera de su mentor compatriota, con acciones de la cantante más allá de la mera experiencia musical. Todo un vergel de ideas donde la música adquiere ya otra dimensión. Una forma en múltiple fragmentación que no resulta ser sino una hábil coartada levemente anti-romántica.
"Demasiado tarde..." inició la cuarta y definitiva parte. Ostinato, final suspendido... breves momentos que me recordaron, un poco de refilón y a la postre, modernos lenguajes de coordenadas geográficas más nórdicas, en línea con el origen de estos dos excepcionales intérpretes.
Luis Mazorra Incera
Anu Komsi, soprano, y Sakari Oramo, violín.
Kafka Fragments de György Kurtág.
CNDM. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.
Foto © Rafa Martín - CNDM