La Serva Padrona, de G.B.Pergolesi, aquella aparente minucia, que removió conciencias y actitudes, en lo que se dio en llamar Querella de los bufones. Aprovechando recursos, los cantantes fueron los mismos para la obra de Buide y la de Pergolesi, con la RFG, bajo la dirección de Paul Daniel, la soprano María Hinojosa y el barítono César Sanmartín, y el personaje mudo en las contorsiones de Víctor Mosquera, a partir del texto y dirección escénica, de Quico Cadaval, tramado entre tardes de forzados enfrentamientos, entre ambos artífices del proyecto. Cadaval, zorro viejo en estas lides, asentadas en las sesiones agotadoras del CDG, mientras se curtía a gusto con su compañía O Moucho Clerc. Sin prisas ni agobios, fueron cayendo en cascada O Códice Clandestino, O roiseñol de Bretaña, Espantoso, Premio María Casares.
La Serva Padrona, en calidad de Intermezzo, auspiciado gracias a la vivacidad de los tres personajes en escena: el viejo solterón Uberto, un barítono bufo con cierta enjundia y que César Sanmartín revistió de sufrida resignación; la pícara criada Serpina, una soprano a la que María Hinojosa trató con desparpajo y donosura, y Vespone, el criado mudo y mal encarado, a cargo de Víctor Mosquera, entre retortijones y caídas, formas y esencia de los personajes típicos de los Corrales de Comedia, que fijarán patrones hasta el teatro contemporáneo. Mediados del XVII, en Nápoles, y el Teatro di San Bartolomeo, para jolgorio del personal, gracias al ingenioso libreto de Antonio Federico. Para el autor, bastará con remitirnos a otra prueba de gran soltura como Lo frate ´nnammorato.
Elemental hasta donde se entienda: dos actos sin más, el salón de la casa de Uberto, para culminar en el siguiente con una Serpina, dispuesta a tirar la casa por la ventana. Puro espíritu en la cuadratura de la Commedia dell´Arte, un eterno que jamás perderá recurso en transformación por épocas. Una Serpina, en plan desplante, para que nada quede a gusto de Uberto, y de esa forma, los cantables valdrán de argumentos sobrados, desde el aria contumaz de Uberto, Sempre un contrasti, a la que con gracia pizpireta responderá Serpina, en una de de las mayor prestancia, Stizzoso, mio stizzoso- (Irascible, irascible mío)-, con la que no perderá comba, utilizando al mediocre Vespone, como servil secuaz, y al que disfraza convenientemente como Capitán Tempestad. Sigue Uberto con sus cuitas y dudas A Serpina, penserte. Mientras divaga en el recitativo Per altro o penserei y el aria imbrogiato (Estoy hecho un lío). La ocasión de Serpina, llevando arrastras al Capitán Tempestad, para salirse definitivamente con la suya. Tan simple como evidente, para terminar en esponsales con el duetto Per te Io nel core.
A Sombra de Cristal, guardaba pues sus sorpresas por la novedad de un nuevo estreno del compositor compostelano, quien confiesa una afinidad entre las dos obras, en cuanto a los roles en escena, una soprano, un barítono y un actor mudo, además de referencias constantes a la obra de Pergolesi, aunque la orquestación es más amplia, incorporando viento madera, metal, percusión y celesta, dentro de la pretensión de preservar un sonido instrumental contenido y más próximo a la concepción camerística. A Sombra de Cristal resulta un juego de espejos y un brinco cómico partiendo del ingenio en disputa de libretista y compositor, un juego de espejos. Comentaba el libretista Quico Cadaval: ¿Su género? Pues una ópera bufa que juega a escondidas con La Serva Padrona, frívola y ligera. Buide, en una actualizada plantilla orquestal, podía acercarnos al Pulcinella de Stravinsky y otros modismos de Prokofiev, al neoclasicismo de compositores de la Generación del 27 o a contemporáneos como Mauricio Sotelo, Benet Casablancas y Jesús Rueda. Paul Daniel, experto en proyectos operísticos con compromisos recientes como Gloriana, Lulu o Der Zwerg, siguió desde los comienzos la evolución creativa de A sombra de Cristal.
“¿Qué pasa en la Sombra de Cristal? Trocado es un Conselleiro de la Xunta de Galicia responsable de un Departamento de Evanescencias Evanescentes Competencias: La Conselleria de Harmonía e Innovación, culto, tímido y sensible es un Conselleiro da Xunta de Galicia. Culto, sensible e tímido y que padece de agorafobia y el rechazo de actos multitudinarios, destinado a la voz de barítono. Para fortuna suya, cuenta con la protección de Cristal, la protagonista soprano, un mirlo blanco y Jefa de Prensa, visionaria, creativa y moderna, una incomprendida en semejante marasmo y como contraste, Marcial, el policía responsable de la seguridad del Conselleiro. Un militar de pasado heroico, rebajado a guardacostas- personaje mudo-, la indefensa Cristal, asiste a golpes de afrentas y a las desidias de Trocado, entregado a la melomanía y el hedonismo. Teje ella sus triquiñuelas ayuda por Marcial, que llevará sus planes a buen puerto, en un brindis compartido por todos.
Ramón García Balado
Amigos de la Ópera de Santiago
RFG/Centro Dramático Galego/Xacobeo 21-22
A Sombra de Cristal. Fernando Buide/Quico Cadaval.
RFG/Paul Daniel. María Hinojosa, César Sanmartín, Víctor Mosquera
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela