Se celebraban las VII Jornadas de la masonería en Córdoba y entraba Bonnín de Góngora en cartel, para sorpresa de unos y otros, pues sale este tipo de eventos fuera de la cartera de conciertos del maestro. La sala, íntima, pero de exquisita acústica fue el Colegio de Abogados de Córdoba, el piano magnífico -Royal Pianos- de sonido delicado y sedoso en los “pianissimo” y fuerte y grave en los “forte” pero sin afectación. Aunque tal quizá se debiera a la exquisita y personalísima pulsación del maestro. El programa, enteramente de obras de Bonnín de Góngora, fue de las obras ya clásicas de su repertorio.
Repertorio cómodo para su interpretación, aunque no exento de fuerte virtuosismo en algunos pasajes de las obras.
Comenzó a sonar la “Evocación”, bella entre las bellas y que fue de una sonoridad al borde del canto que un instrumento como el piano es capaz de hacer…a saber, “legato” redondo y perfectamente articulado en la -insistimos- particularísima gestualidad del maestro. El público ya estaba inmerso en la esfera expresiva y lírica de esta nueva música.
Le siguió la “Poesía nº 9” género un tanto extraño y propio del compositor -quizá haciendo honor a su antepasado D. Luis de Góngora-; en el que se trata de una construcción simple pero efectiva y muy pianística, a saber, melodía acompañada -sin excesivas complicaciones- por un arpegiado clásico. No por esto la obra no está inmersa en la contemporaneidad de la música de vanguardia; pues los arpegiados recorrían una especie de “arco-iris” tonal en donde cualquier tonalidad podía suceder a otra -incluso rozaba en algunos pasajes lo puramente modal-; pero obra “efectiva”. El íntimo público que asistió estaba ya rendido a este particular lirismo.
Continuó el recital con uno de los llamados “Cuentos del Retiro”, el que hacía el número dos de una colección de veinticinco según explicó el maestro. La estructura y la lírica en la esfera de los anteriores alcanzando una belleza “cristalina” en algunos de sus pasajes. Bien construida una breve coda en donde pudo verse de nuevo la flotante y sedosa pulsación de Bonnín de Góngora.
La obra más celebrada por el público fue -sin lugar a dudas- el “Vagabundo y la Vida” que es -según explicó su autor- el “Cuento del Retiro nº 6”.
Y es aquí donde se vio la naturaleza volcánica de esta obra de gran envergadura expresiva y formal. Notar hay que se recupera -en los compases iniciales- la tonalidad de Fa menor desde una estructura “clusteriana”. El público quedó totalmente entregado por la inmensa expresividad de esta obra. Poco había que añadir. Comentó el maestro que -debido a fuerzas intrusivas- se había tomado algunas licencias. Permitidas si el resultado fue el que fue.
Concluyó el recital con la parte solista -a modo de Cadenza- de un concierto para piano, coro y orquesta en el que -según público- no hizo falta ni coro y orquesta…nada más que añadir, excepto que el maestro nos tiene prometida una suite: la “Suite Benalmádena” obra ciclópea (ver entrevista en Ritmo), obra de gran envergadura en todos los órdenes y que estaremos dispuestos a recibirla con entusiasmo y discreción.
por Beatriz Blanco
Colegio de Abogados de Córdoba, 5 de marzo.
Josué Bonnín de Góngora, piano y compositor.
Foto © María Díez