El Ensemble Connect (formado por los músicos que se citan en el faldón y que presentaron en esta ocasión en su seno, la incorporación de alumnos de la Escuela Superior de Música Reina Sofía) ofreció un concierto amable y cercano, y (sin embargo) en estéticas aún más próximas e inquietantes con nada menos que tres estrenos en España.
Un programa que, así, inicia esta temporada el ciclo Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical en la Sala 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Las bien dispuestas Seven Sisters Paint the Earth (Siete hermanas pintan la tierra) de Inti Figgis-Vizueta iniciaron con frescura e inteligencia, un programa de concierto que aspiraba, de principio (hubo una breve presentación de dos de sus integrantes que así lo introdujo), a conectar estéticas, a conectar técnicas y, sobre todo, a conectar… corazones: “accordare…”
Una conexión, un continuo acuerdo, pues, que ofreció de paso (en estreno en España) una estimulante paleta de recursos conjuntos de crecimiento, suspensión y decrecimiento, tensión y distensión, frágiles rarefacciones del sonido, armónicos y glissandi, notas percutidas, fortes y pianísimos, en un camino con simetrías de ida y vuelta, para el que la acústica de está sala es especialmente agradecida y conforme.
Sin salirse ni del estreno ni de aquella aspiración ecléctica, sino todo lo contrario, Missy Mazzoli en su Still Life with Avalanche (Quietud vital con avalancha) nos trajo ritmos más cálidos y étnicos (¿avalanche?) con interesante y gustoso tejido musical heterófonico (¿still life?) y un efectivo empleo dramático del eterno enfrentamiento consonancia/disonancia, cultura y civilización, teoría y práctica... Un planteamiento de notable poder simbólico entre ritmos, timbres y texturas asertivas, directas. Un plan, también, bien resuelto musicalmente sobre las tablas.
La suite para quinteto de viento de Carlos Simon, Giants (Gigantes), fue una obra ambiciosa, inicisiva y cálida: llena de acentos en Bessie Smith, que pasó a un pequeño perpetum mobile con sus cadencias características, conocidos ostinatti y… unos aplausos espontáneos al final, que se mantuvieron, con lógicos diferentes grados de aprobación, en todas las piezas de esta suite (también en condición de estreno aquí).
Con el siguiente movimiento, Maya Angelou, Connect y Simon nos introdujeron en otro paisaje de contrapuntos más tupidos con una segunda parte algo más movida y, sobre todo, articulada, sin perder nunca aquel carácter lineal y melódico.
De nuevo aplausos antes del Ronald E. McNair de vertiginosa concertación, que seguía, hasta llegar a las dos notas repetidas de convergencia de todo el tinglado.
Un Cornel West más taciturno con los tres instrumentos más graves del quinteto con virtual protagonismo inicial, y, por fin, final en punta, a modo hoquetus de poderosa fuerza armónica: Herbie Hancock.
De aquí pasamos, ya para concluir, a Steve Reich: Different trains, que emplea la insistente referencia ferroviaria con un minimalismo no tan estricto en un arranque más formal y efectivo. Una pieza con cinta que, andando la partitura y sus “diferentes” trenes, acaban poniendo a prueba el equilibrio musical basado en el contraste, la expectativa y las consabidas convenciones de concierto.
Luis Mazorra Incera
Ensemble Connect: Catherine Boyack y Anjali Shinde, Flautas; Joseph Jordan, Oboe; Bixby Kennedy, Clarinete; Marty Tung, Fagot; Ryan Dresen, Trompa; Oliver Xu, Percusión; Chelsea Wang, Piano
David Bernat, Isabelle Ai Durrenberger y Sarah Zeneli, Violines; Mario Carpintero y Ramón Carrero-Martínez, Violas; Frankie Carr, Celia Garetti y Thapelo Masita, Violonchelos; Marguerite Cox, Contrabajo.
Obras de Figgis-Vizueta, Mazzoli, Reich y Simon.
CNDM-Series 20/21. Museo Nacional Reina Sofía. Madrid.
Foto © Rafa Martín