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Crítica / Concentus König y la Pasión de Schütz en Cuenca - por Simón Andueza

Cuenca - 22/04/2025

Pudimos asistir a uno de los conciertos de un festival fundamental para la música sacra de nuestro país, la Semana de Música Religiosa de Cuenca, que este año va, nada más y nada menos que por su sexagésima segunda edición, desarrollando una cuidada programación preparada por su director artístico Andoni Sierra bajo el título latino In Via (En el camino), y que cuenta en su programación con obras y artistas fundamentales del género, pero también mantiene una apuesta firme por repertorios e intérpretes menos visitados, pero no por ello menos necesarios.

En la mañana del Viernes Santo, cuando acontecen los dramáticos hechos de la Pasión y muerte de Jesucristo, tuvimos el privilegio de asistir a una de esas joyas de la programación del presente año, y que puedo asegurarles de que ninguno de los asistentes al concierto, que colgó hace semanas el cartel de ‘Entradas agotadas’, había tenido la oportunidad de disfrutar de su experiencia en vivo.

Bajo el largo epígrafe de Historia des Leidens und Sterbens unseres Herrn und Heiland Jesu Christi nach dem Evangelisten Matthäus (Historia del sufrimiento y muerte de nuestro Señor y Salvador Jesucristo según el evangelista Mateo), Heinrich Schütz compuso tres Pasiones, según San Lucas, San Juan y San Mateo, siguiendo literalmente la traducción que realizó Martín Lutero de los Evangelios. Debemos ser conscientes del rico y fundamental lugar que la música ocupa en la confesión luterana, y que gracias a ello debemos contemplar obras tan espirituales como la que nos ocupa, y que son el germen y el fundamento para llegar a entender entender las grandes obras maestras de Johann Sebastian Bach. 

Esta Pasión según san Mateo se concibió, como no podía ser de otra manera para ser interpretada en 1666 dentro de la liturgia de la Semana Santa que se celebraba en la iglesia del Castillo de Dresde, lugar en donde Schütz pasó gran parte de su vida como maestro de capilla y organista de la corte.

Pudimos disfrutar de esta pieza espiritual, dramática y austera en uno de los mejores recintos que el festival de Cuenca posee, en el Espacio Torner, actual museo de arte contemporáneo, que es en realidad un convento tardo gótico. Su bella iglesia de San Pablo albergó el concierto, que se transformó en toda una experiencia mística.

Concentus König, con su fundador y director Jorge Suárez dentro de sus filas cantando y dirigiendo los números de conjunto, se presentó en el escenario presidido por la icónica escultura Tristeza de Gustavo Torner, de quien este año se conmemora el centenario de su nacimiento, con una plantilla de diez cantantes, este los que se encontraba su director. El desarrollo de la interpretación sin el empleo de instrumento alguno es una particularidad litúrgica de la Semana Santa en Dresde, que prohibía su empleo en la liturgia como señal del dolor y de la pureza de espíritu necesarias en estas fechas.

De inmediato sonó Das Leiden unsers Herren Jesu Christi, coro introductorio de gran belleza imitativa que marca la importancia de los acontecimientos que transcurrirán. Diego Blázquez tomo el atril para ejercer uno de los papeles más relevantes y exigente de la partitura, el de Evangelista. Con una dificultad tonal e interpretativa de gran altura, el tenor madrileño se mostró seguro en la exigente y extensa tarea de recitar cantando en canto llano una narración evangélica tan transcendente y densa, aportando la belleza de su timbre en una trabajada lectura con absoluta coherencia e inteligibilidad del texto germánico. La ausencia de instrumentos no fue obstáculo para mantener un centro tonal estable sobre el cual se construye la totalidad de la pieza, incluyendo números grupales e intervenciones solistas. El significado del texto marcó en todo momento el carácter dinámico, de articulación y de ritmo escénico, completamente orgánicos.

Simón Millán fue el otro protagonista absoluto de la velada, non solo por el rol desempeñado, el de Jesús, sino por la extensión y relevancia de las palabras articuladas. Absoluto conocedor de la lengua alemana, Millán fue un Jesús humano, natural y coherente, de absoluto duelo dramatúrgico con el Evangelista, hasta el momento de su muerte, obviamente. No obstante, debemos hacer notar que la extensión de su papel es mucho más extensa que la que encontramos en las obras de Bach, teniendo en cuenta la duración global de la obra, mucho menor que las del genio de Leipzig. Debo resaltar un momento que mantuvo al público en un momento de especial sentimiento dramático, el pasaje en el que Cristo está precisamente agonizando en la Cruz, exactamente cuando pronuncia el afamado texto Eli, Eli, Eli, lama asabthani (Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). El profundo patetismo de la escena estuvo profundamente expresado, en donde el barítono murciano hizo un especial y fascinante uso de la reverberación de la iglesia para remarcar el patetismo y la búsqueda desesperada del Padre.

Momentos como este otorgaron, entre muchos otros, añadieron un carácter realmente espiritual a la interpretación de Concentus König, transformando la interpretación en una trascendente oración dramática en la que el público participó activamente con un silencio absoluto durante todo el transcurso de la Pasión, estableciéndose una comunión absoluta entre texto, música e interpretación entre músicos y congregación

Las intervenciones de los distintos papeles que completan la pieza estuvieron interpretadas por excelentes cantantes solistas que aportaron sus personales diversas visiones de los dramáticos pasajes, como fueron las sopranos Margarita Rodríguez y Victoria Cassano, los tenores Fran Braojos y Víctor Sordo, o el barítono Manuel Quintana.

Con el bello coro final Ehre sei dir, Christe (Gloria a ti, Cristo) concluyó la fabulosa creación de Heinrich Schütz, que fue irremediablemente respondida con una prolongada y sentida ovación del público asistente que abarrotaba el espacio Torner, mostrando una emoción que transciende el mero hecho musical, y que ciclos con la Semana de Música Religiosa de Cuenca logran.

Simón Andueza

 

Diego Blázquez, tenor, Evangelista. Simón Millán, barítono, Jesús. Concentus König, Jorge Suárez, director.

Historia des Leidens und Sterbens unseres Herrn und Heiland Jesu Christi nach dem Evangelisten Matthäus, Heinrich Schütz (1585-1672).

LXII Semana de Música Religiosa de Cuenca.

Espacio Torner. 18 de abril de 2025 12:00 h.  

 

Foto © David Gómez SMR

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