Ibermúsica abrió su nueva y muy esperada temporada en Madrid con tres agentes musicales excepcionales: Joshua Bell, Alan Gilbert y la NDR Elbphilharmonie Orchester Hamburgo. En programa, la Fantasía escocesa para violín, de Max Bruch, y la Sinfonía No 4 "Romántica", de Anton Bruckner, en su versión L. Nowak 1878/1880. El concierto fue dedicado a la memoria del recientemente fallecido maestro Bernard Haitink y retransmitido en directo para Alemania por la Radio NDR.
Desde los primeros compases del Preludio de la Fantasía escocesa, Alan Gilbert destacó por su claridad, delicadeza y detallismo, buscando en todo momento el equilibrio y complicidad adecuados entre solista y orquesta. La intervención de Bell surgió sutil, casi imperceptible, del colchón sonoro de las cuerdas, tras el motivo de metales, arpa y percusión, para ir adquiriendo mayor presencia y carácter. Su fraseo, plagado de portamenti, fue modelado con intensidad expresiva y fluidez, mostrando el lirismo que le es propio.
El Allegro resultó vigoroso rítmicamente, exhibiendo Bell su vertiente más virtuosística con pleno control en los constantes cambios de técnica, registro y arco exigidos en la partitura. El sonido redondo que Joshua Bell obtiene de las cuerdas de su instrumento intensificaron el melodismo omnipresente en el Andante sostenuto, lírico en su concepción y elegante en su ejecución. Con el Finale: Allegro guerriero se cerró brillantemente la Fantasía escocesa, cuyos endiablados pasajes virtuosos fueron afrontados por el solista con total seguridad, agilidad y sincronía con la formación orquestal, sobre todo en los pasajes simultáneos con trompas y arpa, aunque resultara algo carente de energía sonora en los tutti.
El canto natural y sin artificios mostrados por Bell fueron nuevamente exhibidos en la propina, el arreglo para violín y orquesta del O mio babbino caro de Puccini, aplaudido con verdadero fervor por el público presente y con el que se cerró la primera parte de la velada.
La Sinfonía No 4 "Romántica", de Anton Bruckner, se abrió con una precisa intervención de la trompa solista en la presentación del tema inicial, sobre los trémolos en PPP de las cuerdas. El Bewegt, zicht zu schnell discurrió con energía y fluidez. Los distintos bloques temáticos concatenados del movimiento fueron expuestos con claridad, amalgamados por los refinados trémolos del timbal, alcanzando momentos verdaderamente intensos, como el clímax del "coral" previo a la reexposición del tema principal por las trompas, o en el cierre del movimiento, pleno en sonoridad y asertivo en el ataque.
Alan Gilbert buceó profundamente en el Andante, quasi allegretto. Atento a cada detalle instrumental, sacó a relucir su hondura expresiva -a veces lírica, nostálgica o luminosa- a través de unas cuerdas excepcionales, como quedó demostrado en los fraseos de chelos y violas, así como en las intervenciones de las maderas en la sección media del movimiento. El Scherzo resultó rotundo en los tutti, con perfecto balance entre cuerdas y metales, recreándose Gilbert en el carácter rústico contrastante del trío y sus contrapuntos de las maderas. Las trompas, verdaderas protagonistas de este movimiento. se mostraron resplandecientes en todas sus intervenciones.
El Finale presentó con elocuencia el conflicto tonal y dramático de su inicio. Los crescendi fueron construidos con gran maestría, rematados con gran efectividad por los grandiosos temas corales en unísono en los que la sección de metales mostró toda su contundencia, sin perder nunca el equilibrio con las restantes familias instrumentales. Esta cualidad, a pesar de ciertas imprecisiones puntuales de las trompas, hacen de la NDR Elbphilharmonie Orchester una formación de grandísimo nivel. Gilbert perfiló la monumental arquitectura sonora sinfónica con absoluta nitidez y convicción. La Coda fue planteada con cierta aceleración de tempi, alcanzando un remate brillante, aunque alejada de la tensión acumulativa constructiva y carácter panteísta revelados por otros maestros históricos de la dirección focalizados en Bruckner.
En suma, un radiante comienzo de temporada al que el público respondió con gran efusión, y que hace esperar una paulatina recuperación de la actividad musical en la capital.
Juan Manuel Ruiz
Joshua Bell
NDR Elbphilarmonie Orchester Hamburgo / Alan Gilbert
Obras de M. Bruch y A. Bruckner
Ibermúsica. Auditorio Nacional de Música, Madrid
Foto © Rafa Martin - Ibermusica