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Crítica / Carolyn Sampson y Joseph Middleton maravillan en la March - por Simón Andueza

Madrid - 05/03/2022

Con una sala absolutamente llena, marca de la casa de los ya tradicionales ‘Conciertos de los Miércoles’ de la Fundación Juan March, se presentaron por primera vez dos de las grandes figuras mundiales de la interpretación liederística, la soprano Carolyn Sampson y el pianista Joseph Middleton, en el segundo de los recitales que bajo el sugerente título “La obra maestra desconocida” se está desarrollando actualmente en su sede madrileña.

Muy en consonancia con esta temática pudimos escuchar obras de afamados compositores -Mozart, Brahms, Britten, Rodrigo, Satie o Walton- pero que raramente son interpretadas en vivo y que pese a estar grabadas todas ellas, no forman parte del repertorio habitual de las salas de concierto ni suelen ser estudiadas en los centros de educación musical, sin que esto sea debido a ninguna razón en concreto, ya que como pudimos disfrutar en directo, son piezas absolutamente deliciosas.

Del primer compositor, Wolfang Amadeus Mozart, los artistas británicos escogieron cuatro de las canciones, de entre las treinta y tres que el genio de Salzburgo dedicara a este inusual género del ámbito germánico dieciochesco, dominado por el aria de ópera. Así, en la primera canción, Das Veichen, única pieza con texto de Goethe compuesta por Mozart, Carolyn Sampson reveló su cristalina voz de agudo asombrosamente fácil, que de inmediato cautivó a la audiencia, refrendada por el diáfano y preciso sonido del piano, siempre en modélica coordinación mutua. Contrastando con ésta, destacamos la absolutamente arrebatadora Abendempfindung, lánguida reflexión sobre el atardecer de la vida que mostró el formidable control del fiato de la soprano especialmente en los momentos pianissimo, a la vez que demostró una absoluta igualdad en todo su registro vocal apoyándose en la calidez que su bello vibrato natural añadía a la fantástica línea melódica.

Concluyó este primer bloque mozartiano con un sabio cambio de carácter, mucho más agitado tanto en la articulación pianística como en la expresión vocal, con la fantasiosa Der Zauberer. La mágica historia se apoya en los evocadores y ágiles pasajes del piano, magistralmente interpretados con una pulcritud máxima por Middleton, mientras Sampson narraba la historia sin abandonar un fraseo excelente.

En las dos piezas dedicadas a Johannes Brahms, dos de sus canciones populares alemanas, el cambio de siglo se hizo palpable combinando un fraseo romántico mucho más denso sin que fuera en detrimento de la vehemencia textual, especialmente en Schwesterlein, canción estrófica de aparente sencillez melódica, y que fue toda una dicha para descubrir los múltiples recursos de expresión, tanto musicales como actorales, que Carolyn Sampson posee, denotando además un dominio absoluto de la prosodia alemana. Fueron de especial belleza los pasajes más sutiles y frágiles.

Cinco arreglos de canciones folklóricas británicas, irlandesas y francesas del inconmensurable Benjamin Britten, fueron escogidas para el deleite del público que se hallaba en absoluta empatía con estos dos grandes artistas. Ca’ the yowes Sirvió como un revulsivo de épica fuerza sobre el amor hacia una tierra tan bella como legendaria. Repleta de contrastes dinámicos y con bucólicos recursos a través del piano en un arreglo de imaginación desbordante, la pieza volvió a destacar la calidad suprema de un pianista en los momentos más sutiles con fraseos tan naturales como respetuosos hacia la solista vocal. The last rose of summer, de preciosa, esperanzadora y lánguida poesía, fue toda una masterclass de cómo hay que tratar las dinámicas en un grupo tan sutil como lo es una voz y un piano de cola, puesto que las fabulosas tensiones ideadas por Britten para conducirnos al clímax de la última cadencia fueron de un equilibrio sonoro absoluto entre ambos intérpretes, como si un ingeniero de sonido estuviera tras de ellos.

La hipnótica y preciosista melodía francesa recogida por Britten, Il est quelqu’un sur terre, en donde a través de un bajo ostinato de lamento el espectador va quedándose hipnotizado, la delicadeza del timbre de Carolyn Sampson se conjuntó a las mil maravillas con la pulsación sosegada, sutil y clarísima de Middleton, creando uno de los momentos mágicos de la velada.

La primera parte finalizó con una arriesgada e infrecuente apuesta de dos intérpretes ingleses en España, la inclusión en el programa de los Cuatro madrigales amatorios de Joaquín Rodrigo. Infrecuente por la interpretación de alguien no hispanoparlante de estas fabulosas piezas, y arriesgada al hacerlo siendo conscientemente grabados por la principal emisora de radio del país, Radio Clásica. Pudimos comprobar cómo nuestras canciones para solista y piano más inspiradas deberían estar en los mejores ciclos y salsa de concierto. Carolyn Samson, con una dicción y fraseo del castellano espectacular, demostró un derroche de musicalidad, expresión mediterránea y facilidad técnica en los difíciles saltos al registro más agudo ideados por el Maestro Rodrigo. Especialmente notable fue la interpretación de la última de las cuatro piezas, De los álamos vengo, madre, en donde todas las cualidades de equilibrios sonoros, fantástica expresividad y dominios técnicos acompañaron a una de nuestras melodías más célebres e inspiradas. Creo que el público todavía debe estar tarareándola.

La segunda parte comenzó por la única pieza instrumental del recital, la afamada Gymnopédie 1 de Erik Satie, en donde Joseph Middleton a través de una interpretación llena de elegancia y sutileza, y con un sonido preciosista de una precisión absoluta, dio lugar a todo tipo de ensoñaciones e inspiración. Con un perfecto encadenamiento a través de la misma tonalidad, Re menor, comenzó el bloque de canciones dedicadas a Satie, en donde destacó Je te veux, que a ritmo de elegante vals francés (nos recordó al universo de Édith Piaf) pudimos descubrir el tono más popular de la soprano británica en perfecta sincronía rítmica con el pianista, pareciendo que danzaran, si uno cerraba los ojos, a través de esta evocadora chançon.

Fue también muy loable la inclusión de cuatro obras de la compositora británica de origen polaco Régine Wieniawski, más conocida por su alias, Poldowski. Su bellísima En Sourdine, digna de cualquier compositor de mucho más renombre, es el perfecto ejemplo de lo que el título del presente ciclo de conciertos pretende: un decubrimiento de verdaderas joyas musicales ocultas para la mayoría de los melómanos. Su interpretación fue asimismo magistral, repleta de recursos expresivos, tanto textuales como musicales, con poderosos crescendi muy bien regulados. La cuarta de las obras de Poldowski, Mandoline, cerró el bloque con un radical cambio de estilo, a través de una ágil y alegre composición en donde Middleton mostró sus dotes más virtuosas en las fusas, manteniendo su sempiterna firmeza, precisión y naturalidad.

El concierto concluyó con otro de los grandes genios musicales que las islas británicas nos han otorgado, William Walton, lamentablemente escaso en nuestros escenarios, y casi ignotas en ellos sus canciones. Pudimos disfrutar de Three Façade Settings, tres canciones muy amenas y diversas que van desde el folklore épico británico, pasando por el exotismo español para ingleses, hasta llegar al territorio de las folk-songs norteamericanas, con una clara influencia del blues y de los cantos negros, pieza que deliciosamente cerraba la velada.

Tras los calurosos vítores y aplausos, se nos regaló una fastuosa interpretación de A Chloris de Reynaldo Hahn, a modo de propina.

En definitiva, una sensacional velada de dos grandes figuras de la música de cámara de nuestros días. Debemos resaltar además que la renovada acústica del auditorio de la Fundación Juan March actuó como favorecedora de este repertorio. Quién sabe si algún día podremos disfrutar aquí de un estable y prestigioso ciclo de Lied…

Simón Andueza

 

Carolyn Sampson, soprano, Joseph Middleton, piano.

Obras de Wolfgang Amadeus Mozart, Johannes Brahms, Benjamin Britten, Joaquín Rodrigo, Erik Satie, Poldowski (Régine Wieniawski) y William Walton.

Ciclo La obra maestra desconocida.

Fundación Juan March, Madrid. 2 de marzo de 2022, 18:30 h.

 

Foto: Carolyn Sampson, soprano.

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