Los conciertos de Año Nuevo - Reyes podemos valorar como los más queridos, atractivos y aceptados por una amplia audiencia. La música ofrecida no requiere de los espectadores algún tipo de preparación especial, ya que el programa está construido por obras y piezas de carácter ligero, fácil y agradable a percibir y disfrutar, sin embargo, con altas cualidades artísticas.
Con un programa variado y entretenido, la Orquesta Sinfónica de Torrevieja bajo la dirección del maestro José Francisco Sánchez deleitó al numeroso público reunido en la velada de 6 de enero en el Auditorio Internacional, de donde por duodécima vez sopló una tan esperada, única brisa musical de Año Nuevo y Reyes.
Tradicionalmente, durante el primer concierto del año, la Sinfónica de Torrevieja ofrece una combinación de repertorio internacional y vienés. En el preludio para la zarzuela “Agua, Azucarillos y Aguardiente'' de F. Chueca, nos dio a entender el tono general del concierto. La pieza de una expresividad colorida, rítmica y tímbrica mostró, cómo durante pocos minutos, los intérpretes supieron involucrar todo su potencial, luciendo una sonoridad rica y muy controlada en todos los registros.
En forma similar han sido interpretados los siguientes números de la primera parte; la obertura de “Orfeo de los Infiernos” de J. Offenbach con lindos solos de clarinete, oboe, violín y cello, “Danza Española” de P. Tchaikovsky, “Danza Húngara No 5” de J. Brahms y “Fandango” de A. Vives, presentando una dominación temperamental característica para este tipo de piezas. El vals de “La Viuda Alegre” de F. Lehar y “Champagner - Galopp” de H.C. Lumbye resultaron ser unos hermosos y melodiosos contrastes, enfatizando, a la vez, la atmósfera mágica de la noche.
El pasacalle “El Año Pasado Por Agua” de F. Chueca comenzó la segunda parte del concierto, para luego dejar al público en una exclusiva compañía de la música de Johann Strauss II. La excelentemente predispuesta Sinfónica torrevejense, dirigida por J.F. Sánchez, director de gran sensibilidad, resultó ser un intérprete ejemplar de esta música, llevando a la gente en un viaje imaginario a la capital del vals y la polka, como lo es la ciudad de Viena.
La Obertura de “El Murciélago”- una obra, tal vez, la más difícil técnica e interpretativamente del programa- ha sido presentada con una paleta de ingredientes dinámicos, rítmicos y agógicos, que la convirtieron en un plato sabroso en todos los sentidos. El mérito lo lidera el maestro Sánchez, quien sabe cómo servir la música en forma atractiva y según los deseos del compositor.
Las formidables intenciones musicales con el abanico dinámico y temperamental muy bien logrado, se han podido apreciar en las dos polkas - rápidas; “El Paso de la Tormenta” y “El Tren del Placer”, como también en el vals “Periódicos de la Mañana''. Una obra que tradicionalmente nunca falta en el programa del Año Nuevo – Reyes. Es el más famoso vals “El Danubio Azul” el que culminó el programa, provocando una reacción vivaz y espontánea del público, que no escatimó aplausos totalmente merecidos para la orquesta y su director. Solo quedan los bises; una polka – rápida “En la caza” con una graciosa escenificación y la “Marcha Radetzky”- tradicionalmente con activa participación del público.
Es cierto que participar en los conciertos para escuchar buena música es una forma de desapego de la vida cotidiana. La música libera en nosotros endorfinas, hormonas de la felicidad y sin duda el Concierto de Año Nuevo - Reyes demostró la veracidad de esta tesis. Es oportuno agradecer una velada emocionante a la fabulosa Orquesta Sinfónica de Torrevieja con su excelente director J.F. Sánchez, por un programa compuesto de simpáticas piezas populares y por la oportunidad de abrazar la música con mucho cariño.
Feliz año a todos.
Antoni Jakubowski
Orquesta Sinfónica de Torrevieja
José Francisco Sánchez
6 de enero, Auditorio Internacional