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Crítica / Brillante trío para un destacado aniversario - por José Antonio Cantón

Alicante - 14/06/2023

En el año 1972 se fundó una de las instituciones musicales más importantes del panorama patrio español como es la Sociedad de Conciertos de Alicante que, manteniendo desde su inicio un criterio selectivo en intérpretes y contenidos de altísima exigencia, ha situado la capital de la Costa Blanca en el mapa de los destinos musicales con más prestigio a nivel internacional.

Cumplidos sus cincuenta años de existencia, los ha conmemorado con un concierto extraordinario en el que han intervenido tres consolidados instrumentistas nacidos en Armenia; el violinista David Haroutunian, el violonchelista Mikayel Hakhnazaryan y la pianista Sofya Melikyan, que han dejado el pabellón artístico muy alto, interpretando un programa que ha suscitado máximo interés y curiosidad entre los aficionados a la música de cámara.

Se inició éste con la versión para piano y cuerdas que adaptó el pianista y compositor austriaco Eduard Steuermann del famoso sexteto Noche Transfigurada, Op. 4 de Arnold Schönberg, eminente músico que llegó a ser su maestro. Los versos del poema homónimo de Richard Dehmel quedaban convertidos en impactantes motivos musicales acentuados por el esencial sentido dramático que pide la historia de amor que contienen las cinco partes que integran la poética inspirativa de esta obra, que fueron creciendo en expresividad conforme se iba desarrollando su discurso, expuesto con una muy destacada diferenciación de planos sonoros, llegando este aspecto a una gran relevancia en el paso a la segunda mitad de la obra que requiere un deslizamiento armónico al modo mayor que fue resaltado con luminosa transparencia.

La parte final fue una demostración de la alta sensibilidad compartida por los componentes de este trío, al lograr ese decaimiento que propone el compositor como afirmación sonora de la redención del sentimiento de culpa por el amor, esencial motivo emocional del poema que inspira esta obra.

Cuatro sustanciales piezas del compositor georgiano de ascendencia armenia Aram Khachaturian ocuparon el contenido de la parte central del programa. Se inició ésta con Rêve, para violonchelo y piano, obra realizada con ese acentuado sentimiento propio de la tradición musical armenia, tan apasionante y emotiva a la vez. Así quedó de manifiesto en su plenitud la belleza del instrumento de Hakhnazaryan, construido por el lutier Andrea Castagneri el año 1735.

Siguieron dos arreglos del ballet Gayaneh, destacando el realizado por el insigne violinista estadounidense de origen lituano, Jascha Heifetz, para violín y piano, por el desparpajo con el que fueron superadas sus exigencias técnicas por David Haroutunian. Este bloque terminó con una excelente intervención de Sofya Melikyan interpretando la Toccata en Mi bemol menor para piano. Sus sucesiones armónica fueron claramente contrastadas dentro de su vigorosa rítmica, disonantes yuxtaposiciones y ese efecto a modo de un sutil ostinato de continuada presencia.

En la segunda parte del programa interpretaron una de las obras más admiradas del repertorio camerístico de Johannes Brahms; la versión original de 1854 de su Primer trío para piano y cuerdas en Si, Op.8. Los distintos temas de su primer movimiento, un  Allegro con moto, fueron tratados con una intensidad que llevaba a que los diferentes registros de los instrumentos brillaran en todas sus posibilidades expresivas favorecidas por una rítmica plenamente coordinada desde el fluir de su rica inspiración. En el Scherzo subsiguiente fue llamativa la vivacidad de cierto corte popular con la que expusieron su trío central, intensificando la emoción resultante de su lenta melodía.

La serenidad que pide el Adagio que ocupa el tercer tiempo, fue favorecida por la noble sonoridad que Sofya Melikyan lograba con el piano, llevando su función polifónica a un grado de envolvente expresividad que favorecía el misterioso sentido de lied de sus pentagramas. Fue sin duda uno de los momentos más bellos de la velada, calando plenamente en la percepción del oyente. En el Allegro molto agitato final los tres intérpretes desencadenaron todas sus potencialidades técnicas en sus diferentes temas tratando de transmitir ese grado de alegre optimismo que propone el compositor, impulsando con determinante expresividad su concluyente final.

El público reaccionó muy positivamente con un cerrado aplauso, lo que llevó al trío a corresponder con una versión para esta formación de cámara de la famosa Danza del sable que contiene un pasaje del último movimiento del anteriormente referido ballet Gayaneh de Khachaturian, en la que se confirmaba la buena y particular escuela violinística de David Haroutunian proyectada, en este caso, con ese arraigado sentido popular tan característico de los músicos de cuerda de Armenia.

Se culminaba así la celebración del cincuentenario de la Sociedad de Conciertos de Alicante, una de las instituciones culturales más importantes de esta ciudad donde la música adquiere tan preeminente relevancia que requiere una máxima atención tanto pública como privada, dado su cuido en mantener una muy selectiva programación en la que aparecen siempre las mejores figuras de la interpretación musical dentro del panorama internacional.

José Antonio Cantón

 

Concierto Extraordinario 50 Aniversario de la Sociedad de Conciertos de Alicante

David Haroutunian (violín)

Mikayel Hakhnazaryan (violonchelo)

Sofya Melikyan (piano) 

Obras de Johannes Brahms, Aram Khachaturian y Arnold Schönberg.

Teatro Principal de Alicante / 5 de junio de 2023           

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