En el capítulo de sus actividades, el IKFEM Festival Tui-Valença nos permitió disfrutar de la actuación de la pianista Marta Menezes y la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por José Luis López- Antón, para escuchar obras de dos compositores portugueses Joly Braga Santos y Fernando Lopez Graça, completando programa con Andrés Gaos y J. C. Arriaga, en un especial conmemorativo de la Revoluçao dos cravos (Revolución de los claveles) que dio al traste con la dictadura portuguesa hace 50 años. Marta Menezes estuvo en el ciclo del Museo das Belas Artes de A Coruña, participando en el ciclo Arrededor de Picasso e as súas cidades- Músicas para unha época- y es una pianista formada en la Escola Superior de Lisboa con Miguel Henriques y Jorge Moyano, ampliando en el Royal College of Music, con Dmtri Alexeev y en los Estados Unidos con Arnaldo Cohen. Fue dirigida por maestros como Nuno Coelho, Jaime Martín, Pedro Amaral, Jan Wierba o Karel Mark Chichon, con primeras orquestas del ámbito internacional.
Destinadas a la segunda parte de la sesión, fueron las dos obras de compositores españoles, Andrés Gaos, con una obra emblemática Impresión nocturna, una consideración al 150 aniversario de su nacimiento. Obra para orquesta de arcos, era que para Julio Andrade Malde era resultado de lo que será un trabajo en su origen en dos ediciones. Una de X.M. Carreira y otra de Joam Trilho; la primera fue la tratada por la OSG y que tuvo registros más frecuentes, siendo la del segundo la ofrecida por la Joven Orchestra de Galicia, hasta su desaparición y que también recibe atenciones de la RFG. Gaos apreciaba la obra hasta el extremo de que su hijo Gaos Guillochón, recordaba la insistencia de que fuese interpretada en su velatorio. En el estreno parisino estuvieron presentes Gregorio Marañón y J. Ortega y Gasset. Guillochón, reflejará en breves palabras las características más acusadas de la obra y su efecto sobre el oyente: Permanente cromatismo y armonía extremadamente densa y compleja…Envuelve al oyente en un fluctuante ondular melancólico y lo extasía en una dulce tristeza que enternece casi hasta el llanto. Para Ramiro Cartelle, colega y confidente, resulta una obra de amplio e intenso contenido emocional, a lo Rachmaninoff. Armonía compleja y de amplia distribución, frecuente en Gaos. Esta especie de conmovedor tiempo lento, es una de sus mejores obras, en el que aparecen afinidades con el Adagio para cuerdas, de Samuel Barber o la Noche transfigurada de Arnold Schönberg.
J. C. Arriaga (1806/26), con esa Sinfonía en Re, lo poco que nos queda junto a la serie de los cuartetos de cuerda, y que junto a la obertura de Los esclavos felices, conserva el interés de los aficionados por su aire mozartiano. Una corta vida truncada cuando se esperaba del vasco un futuro alentador vista la elegancia y la frescura de estas composiciones de juventud. La Sinfonía en Re, en cuatro movimientos recibiría una atención para su recuperación gracias a la voluntad de una asociación de entusiastas, quienes ofrecerían en el Teatro Gayarre, el 27 de enero de 1888, una sesión en la que se ofreció esta Sinfonía en Re, con la citada obertura de Los esclavos felices, compromiso que serviría para costear la publicación de sus cuartetos de cuerda una lápida en su casa natal. El concierto comentado, había estado dirigido por Federico García, añadiendo otros detalles como una escena de Erminia, cantada por la soprano Lydia Kirsebom o el duetto All´ Aurora, interpretado por Enrique Rasche y Aniceto Videa. Desde un romanticismo nacionalista, pasamos pues a un clasicismo que claros aspectos mozartianos, bien tratados por el director José Luis López-Antón.
Motivo en consideración fueron los compositores portugueses Fernando Lopes Graça y Joly Braga Santos. Lopes- Graça (1906/94), con el Concertino para piano, cuerda, metales y percusión. Músico que en sus comienzos probó como pianista de cine y teatro en su natal villa de Tomar, recibiendo pronto los beneficios de la docencia de José Viana da Mota, con el que siempre mantendrá una excelente relación. Los años convulsos de la dictadura portuguesa, limitarán su carrera profesional, auspiciando permanentemente un profundo compromiso social pero que artísticamente quedará reflejado en un estilo que le acercará a un neo-nacionalismo, con aspectos en común que se acercan tanto a Manuel de Falla como a Béla Bartók- claramente perceptibles en este concierto, magníficamente resuelto por la pianista Marta Menezes- y otros compositores en esas tendencias. Era el suyo un lenguaje enraizado en el folklore de su país y en el patrimonio histórico, dejándonos obras representativas: la Suite rústica, para orquesta sobre melodías tradicionales portuguesas; Os cinco velhos romances portugueses; las Nove cançôes Populares Portuguesas y las Melodías Rústicas Portuguesas, para piano. Gran trascendencia tendrá el Requiem pelas víctimas do fascismo em Portugal (1979), un compendio de las inquietudes del músico, en la que se observan tonalidades errantes, motivos melódicos intricados y un claro interés por llevar al máximo las capacidades tímbricas del conjunto instrumental.
Un centenario es el que completaba la sesión, el de Joly Braga Santos (1924/88), con el Concierto para cuerdas en Re M. Op. 17, alumno que fue de L. de Freitas Branco, tanto en el Conservatorio como en privado, se estrenó con la Obertura Sinfónica nº 1, que llamará la atención del Gabinete de Estudios Musicales, preparando su obra de relumbrón, el Primer cuarteto de cuerdas. Las primeras Sinfonías guardan afinidades con Jan Sibelius o R.Vaughan Williams, pero importante será su etapa de encuentro con Scherchen, Luigi Nono y Bruno Maderna, que ampliará también con Mortari y Galliera. Merope, su primera ópera, recurre a un texto de Almeida Garrett, período en el que compone obras como Esbozos sinfónicos; el Doble concierto para violín y chelo; la Sinfonietta para cuerdas, más o menos en el espacio de una década. El sincretismo entre recursos antiguos y modernos será una seña de identidad, logrando un lenguaje más depurado que empleará de forma libre un gran colorido instrumental. Por lo que nos atañe, recordaremos trabajos como los nostálgicos Cantares gallegos (1983), sobre la poética de Rosalía de Castro, en interpretación de la soprano María Orán y Jesús Amigo. En los meses finales de su vida, dejó inconclusa una ópera basada en el Noveno Canto de Os Luisiadas, con fecha prevista de estreno hacia 1994, en Lisboa.
Ramón García Balado
IKFEM Festival Tui-Valença
Marta Menezes. Orquesta Sinfónica de RTVE / José L. López Antón
Obras de Joly Braga Santos, Fernando Lopes Graça, Andrés Gaos y J. C. Arriaga
Teatro Municipal de Tui