El 23 de enero pudimos disfrutar del segundo de los dos extraordinarios conciertos consecutivos de un artista a solo con su instrumento, dentro del ciclo Universo Barroco del CNDM. En esta ocasión el maestro Fabio Biondi nos deleitó con la única ayuda de su inseparable violín.
Es muy de agradecer, además, que el protagonista absoluto de la velada fuera el nunca bien ponderado George Philipp Telemann, del que todos los libros y estudios señalan como uno de los más prolíficos e importantes compositores de todos los tiempos, pero al que tan poco caso se le hace en cualquier parte del mundo a la hora de programar su fantástica música. Y Si tenemos en cuenta lo rarísimo que es escuchar en vivo la integral de sus Fantasías para violín solo sin bajo TWV 40 por uno de los grandes violinistas de la actualidad, Fabio Biondi, la cita era más que apetecible.
Telemann, como buen violinista, conocía a la perfección las posibilidades técnicas y expresivas del instrumento, algo que plasma en estas exigentes piezas. Así, en la primera parte Biondi dio toda una lección a la hora de cambiar los afectos de cada movimiento, como en el delicado y sugerente Dolce de la fantasía nº 7, en donde exhibió un bellísimo sonido en unos pasajes de dobles cuerdas muy sugerentes o en el Piacevolmente de la nº 8, cuya bella y plácida melodía fue una auténtica delicia. En la otra cara de la moneda, en los pasajes vivos y virtuosísticos, Biondi exhibió unas agilidiades vertiginosas, como en el Presto de la nº 7 o en el Spirituoso de la nº 8. Fue mejorable la afinación de los pasajes con extensos acordes, como en el Grave de la fantasía nº 1 o en el Presto-Grave de la nº 3.
El maestro de Palermo decidió dejar para la segunda parte las obras más complejas, comenzando con la preciosa fantasía nº 4 en re mayor que homenajea en su tercer movimiento al Concierto de Brandenburgo BWV 1051 de Johann Sebastian Bach, ya que su Allegro contiene una cita inequívoca de éste, y que nos recuerda con sus elaborados acordes a un solista acompañado por una orquesta. Esto fue el preludio a numerosas formas complejas para un solo instrumento que llegarían: la fuga del Presto de la fantasía nº 5, donde se comprendían perfectamente las distintas voces; el efecto de bajo continuo con instrumentos solistas en esta misma pieza en su Andante; o la formidable Siciliana de la fantasía nº 6, cuyos acordes en pizzicato daban la impresión de un tutti orquestal en donde se alternan pasajes con arco simulando ser el solista con su bella melodía. La fantasía nº 12 puso fin a este fantasioso ciclo de Telemann con otro complejo movimiento -Presto- que entremezcla la parte solista melódica con acordes de acompañamiento.
El programa lo completaron dos obras de Giuseppe Tartini y de Heinrich Ignaz Franz von Biber, ambos excelentes violinistas además de compositores. De Tartini disfrutamos de su Sonata en sol mayor BG 5 ‘El trino del diablo’, interpretada sin acompañamiento alguno, como solía hacer el propio autor. La extraordinaria obra que cerró el concierto fue la Passacaglia en sol menor de Biber que cierra sus Sonatas del Rosario, única e hipnótica pieza sin acompañamiento de estas sonatas, a la que Biondi aportó su mediterránea y vital expresividad.
La propina que Fabio Biondi nos brindó, la Allemanda de la segunda Partita en re menor BWV 1004 de J.S. Bach, fue el regalo perfecto para poner el broche de oro a esta inusual y formidable velada.
Simón Andueza
Fabio Biondi, violín.
Obras de Georg Philipp Telemann, Giuseppe Tartini y Heinrich Ignaz Franz von Biber.
Ciclo Universo Barroco del CNDM, Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid.
23 de enero de 2019, 19:30 h.
Foto: Fabio Biondi, violín (foto de Emile Ashley).