Entrados en harina con la serie de Sinfonías de Beethoven y siguiendo escrupuloso orden sucesivo, los Orquesta y coro y Jóvenes Cantores de la Comunidad de Madrid, dirigidos todos por Víctor Pablo Pérez, ofrecieron, la Tercera “Heroica” y, tras pausa obligada, la Cuarta, con el broche final del Canto de las Parcas de Brahms.
Dos partes, pues, desiguales, ya de principio. Una primera resuelta, firme y coherente -Heroica-, que, tras el descanso, derivó en una imagen menos elaborada en todos sus frentes, tanto el beethoveniano como el brahmsiano añadido.
No vamos a comparar ni, mucho menos, menospreciar aquí los evidentes logros técnicos y musicales de ambas sinfonías de Beethoven, ni las dificultades propias de cada una de ellas. Sin embargo, la comparación de esta guisa “antológica” que se propone, en el entorno de un concierto de temporada, es inevitable. Entre otras razones, por su diversa frecuencia sobre nuestras tablas y, por ende, sobre los atriles de ésta u otras orquestas, y por su diverso planteamiento y consecuente exigencia técnica. Un plus interpretativo que exige, en el caso de la Cuarta sinfonía, reflejos inmediatos, fraseos no habituales, una continuidad sinfónica menos dócil… que, en algunos aspectos técnicos, se acerca, si quieren verlo así, al ámbito de la música de cámara… Si me apuran, mejor, vanguardia en toda regla -aún hoy (!)-. Toda una piedra de toque en este sentido.
Un nuevo capítulo, pues, el segundo, de esta secuencia de conciertos sinfónicos beethovenianos, resuelta con la solvencia que le es propia a estos orquesta y director, y donde, una primera parte cabal, con una obra generosa, amplia, cursada, de semejantes ambición y trascendencia, ensombreció a su crucial secuela… que, también es verdad, podría haber levantado más vuelo en otras circunstancias -aún en este mismo orden-. Una apuesta: dos partes, dos líneas en contrapunto -pero esta vez, sin “trocado”-.
¿El destino…? La Pastoral
Una disposición más propicia que en la anterior entrega de la serie de Sinfonías de Beethoven interpretadas por los Orquesta, Coro y Jóvenes Cantores de la Comunidad de Madrid, dio mayor vistosidad y empaque a la postre, en su tercer capítulo… aunque volvieran a repetirse -en orden inverso, eso sí- rasgos que se acusaron en la previa.
Dos partes diferenciadas nuevamente, con la ventaja del orden de su disposición. Aquí, aquello de que, el mejor vino vaya primero en las bodas, no funciona demasiado bien… Más bien al contrario, se opera el milagro redentor con superiores caldos finales. Curiosamente, programar, en un mismo concierto, como es el caso que nos ocupa, las Quinta y Sexta sinfonías del genio de Bonn -hoy “acompañadas”, también, de un Brahms coral: la Canción de destino-, presenta la interesante peculiaridad de rememorar su asombroso estreno simultáneo (!) en el Teatro junto al rio Viena de dicha capital austriaca, en vísperas ya de las Navidades -22 de diciembre- de tan señalado año para España como fuera el de 1808.
Siguiendo, como en la entrega anterior, estricto orden numérico, y disponiendo Brahms al final de su primera parte -esto es, con la Quinta-, la imagen global resultó más acertada. Especialmente cuando fue, precisamente, la segunda parte… “Pastoral…” la que deparó la más ajustada, gustosa y convincente interpretación de esta tarde-noche.
Una primera parte, pues, en dos trazos, pero marcada unánimemente por… “el destino” (!). El destino según Beethoven y el destino según Brahms… Un arranque de concierto donde abultados cambios dinámicos, propuestos con la más sabia intención, más que reflejar el carácter vehemente de aquella genial música beethoveniana -un arranque visceral a años luz de lo que pudiera ser una obra introductoria o telonera-, causaban transitorias sombras acústicas -al menos en platea-, en sus dinámicas contrastantes sucesivas, aunque, también es verdad, camuflaran eficazmente otros rasgos generales de detalle conjunto en la articulación, fraseo, conjunción y entradas, menos perfilados.
Luis Mazorra Incera
Orquesta, Coro y Jóvenes Cantores de la Comunidad de Madrid
Víctor Pablo Pérez.
Obras de Beethoven y Brahms.
ORCAM. Auditorio Nacional de Música. Madrid.