Después del regusto agridulce que nos dejó el último concierto del ciclo Grandes Intérpretes, a cargo de la georgiana Khatia Buniatishvili (innecesariamente artificioso…), la presentación de la italiana Beatrice Rana (1993), en el mismo (aunque ya la conocíamos de su presentación madrileña, en el ciclo Ibermúsica hace dos años), nos hizo retomar el entusiasmo por las nuevas generaciones de intérpretes.
Aunque ha cimentado su fama en Bach (la escuchamos por vez primera en Mozart, con regustos al maestro de Eisenach), parece que quiere demostrar su versatilidad a todo tipo de repertorios. Y, vaya si lo demostró. Reservó para la primera parte los complejos (técnicamente) 12 Estudios opus 25 de Chopin. Piezas breves, relativamente infrecuentes, quizás por su alto requerimiento y por su limitada envoltura de romanticismo excesivo. Rana nos apabulló desde el primer instante. Capaz de sostener todos los registros. Pero impresionando, en especial, en los estudios más enérgicos como el num. 12, donde logró epatar de manera definitiva a los asistentes. Brillante, casi incandescente.
Y siguió ampliando el repertorio, sin ápice de duda o temor. Libro III de la Iberia de Albéniz. Visión personal, objetiva, ajena a cualquier influencia o amaneramiento exógeno a la partitura. Demostrando como se puede llegar entender a Albéniz con el corazón al norte de los Pirineos. Maravillosos los tres, pero en especial El Polo. Para recordar.
Ya habíamos atisbado la energía (sin ápice de emborronamiento, por cierto) de su piano, por lo que los Tres movimientos de Petruchka no nos sorprendieron tanto. Lo que nos resta el más mínimo mérito a una interpretación primorosa y brillante. Podríamos terminar por donde empezamos. Comparando los dos últimos conciertos. Pero más allá de opiniones, lo que llama la atención es que la sala estaba escasamente a mitad de asistencia. Lo que no deja ser contradictorio y que nos debiera hacer reflexionar sobre la importancia de la promoción musical “bien entendida”.
Juan Berberana
Beatrice Rana, piano.
Obras de Chopin, Albéniz y Stravinsky.
Grandes Intérpretes (Fundación Scherzo). Auditorio Nacional, Madrid.
Foto © Rafa Martín