La XIX edición del Concierto homenaje “in memoriam” las víctimas del terrorismo, presentó en el Auditorio Nacional de Música un programa que alternaba obras recientes con la tradición, culminando sobre el papel, con el célebre y brillante Concierto para piano y orquesta de Edvard Grieg.
La Orquesta Sinfónica y Coro de Radio Televisión Española bajo la dirección de Federico Jusid con los solistas, Jone Martínez, soprano, y al piano, Sergio Tiempo, abordaron este programa cuyo arranque aludía, directamente, al motivo de este concierto anual.
El silencio de sus nombres, partitura ofrecida en estreno, compuesta por el propio Jusid, partió de atmósferas envolventes bajo sonido de campanas, para eclosionar en un lujoso despliegue sinfónico coral con reminiscencias fílmicas. Un intimista solo vocal tras la audiencia frontal, aunó, así, espacio, sorpresa y misterio, y enlazó con un final sinfónico-coral más pausado que recogió aquellos ánimos en una sola sonoridad lejana.
El lamento de Dido de la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, en versión y estética sinfónicas, fue la siguiente propuesta. Una genial Chacona que une a su encanto lírico, una implacable austeridad. Un alarde musical de universal y perenne expresividad. Jone Martínez llevó el protagonismo vocal de esta subyugante página del repertorio que, habitualmente, se extrae, con éxito, de su natural contexto dramático.
Y de Chacona a Chacona, tres siglos, y largos, de tiempo y distancia. Sin aplausos intermedios, una tras otra, la obra de José Maria Sánchez-Verdú tomó aquel testigo deconstruyendo armonías y dotándoles de texturas superpuestas con técnicas transversales y hoquetus entrecortado, que dio paso furtivo a las armonías tradicionales, para terminar con su sucinto bajo descendente, escueto y repetido.
La interpretación de Sergio Tiempo al piano sirvió, de principio a fin, tras ese icónico redoble de timbal que caracteriza esta partitura, a la virtual herencia lisztiana del Concierto de Grieg, con entusiasta y potente sonido y, definidos y enérgicos cambios de tempi.
Una ágil flexibilidad que proporcionó nuevas y arrebatadoras sensaciones, al margen de las versiones más chopinianas, ya en vivo o históricamente grabadas.
Un conmovedor crescendo especialmente logrado en la cadencia a solo del movimiento, que cubrió un magnífico abanico dinámico, llevó este inicial Allegro molto moderato a un resolutivo final.
Estas tres admirables características: espléndida potencia sonora, resolución y flexibilidad de tempi, aún en sus momentos más recogidos, hoy con especial generosidad; rasgos tan estimulantes y tan propios de este particular virtuosismo, se acentuaron en su enérgico movimiento final -Allegro moderato molto e marcato-; y no digamos ya en su magistral coda, donde el relativo folclorismo sirve de coartada para un despliegue de musicalidad románticas extraordinarias. Atmósferas armónicas personales que, no en vano, han encumbrado al noruego a lo alto del Olimpo musical, con voz propia.
En forma de propina, se ofreció fuera de programa, una suite de la música incidental, ya decididamente fílmica, de la serie histórica televisiva en torno a la figura de la Reina Isabel I, de la que es autor el propio Jusid, junto con la soprano Jone Martínez, coro y orquesta.
Luis Mazorra Incera
Jone Martínez, soprano, y Sergio Tiempo, piano. Orquesta Sinfónica y Coro de Radio Televisión Española / Federico Jusid.
Obras de Grieg, Jusid, Purcell y Sánchez-Verdú.
Auditorio Nacional de Música. Madrid.